Al menos 27 personas, entre ellas 18 niños han muerto en un tiroteo perpetrado esta tarde en una escuela primaria del estado de Connecticut, según las cifras de la cadena CBS que la CNN elevaba a una treintena de fallecidos.

Las inmediaciones del colegio se convirtieron en un ir y venir de niños aterrados.

El responsable del asalto, cuya muerte ha sido confirmada por la Policía, podría haber disparado hasta una centenar de tiros con un rifle de asalto en una de las clases del centro, según informó uno de los padres a la cadena ABC.

Por otro lado, el diario local The Hartford Courant informa de que una de las clases del centro, donde estudian niños de entre cinco y diez años, se encuentra desaparecida.

El incidente comenzó a las 09.40 horas, en la escuela primaria Sandy Hook, de la ciudad de Newton, cuando una persona armada hizo aparición en la principal oficina del centro y comenzó a abrir fuego de manera indiscriminada.

Horas después, un portavoz de la Policía de Connecticut informaba de que la situación en torno a la escuela era ya segura y explicaba que el presunto autor de los disparos ha muerto en el interior del centro educativo.

El portavoz, Paul Vance, explicó ante la prensa, en una comparecencia sin preguntas, que el incidente causó víctimas mortales, incluidos niños y adultos, pero no quiso especificar la cifra hasta que las autoridades no se pongan en contacto con las familias.

Fuentes citadas por la CBS informó de 27 víctimas mortales, incluidos 18 niños y el supuesto atacante, mientras que la CNN señala que la cifra de fallecidos ronda la treintena, lo que convertiría este tiroteo en el segundo más mortífero de Estados Unidos, por detrás del de Virginia Tech (32 fallecidos).

Vance explicó que, tras recibir la primera llamada de alerta, las fuerzas de seguridad se desplazaron inmediatamente a la zona y registraron la escuela hasta encontrar al aparentemente único autor de los disparos, al que algunos medios identifican como un varón de 20 años. Las autoridades han interrogado a una segunda persona, un hombre, pero no como sospechoso, según la CNN.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha hablado por teléfono con el director del FBI, Robert Mueller, y el gobernador de Connecticut, Dan Malloy, para informarse de la situación y expresar sus condolencias y preocupación por las víctimas y sus familias, ha declarado en rueda de prensa el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney.