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PAMPLONA, España, 17 de febrero.- Tomarse la vida un poco menos en serio modifica nuestras neuronas y química sanguínea, convirtiéndose en un eficaz recurso para fortalecer el corazón y protegernos de algunas enfermedades, según recientes estudios científicos.
El sentido del humor no sólo nos alegra la existencia y hace más llevaderas las adversidades, sino que a la larga termina modificando nuestro cerebro de forma positiva, además de fortalecer el cuerpo y mejorar la salud.
Es lo que afirma la catedrática de Bioquímica y Biología molecular Natalia López Moratalla, de la Universidad de Navarra (UNAV), quien en su conferencia 'Humor y cerebro feliz', ha señalado que el sentido humorístico responde a un mecanismo cerebral "precioso", que está siendo investigado por la neurociencia y se origina en un región llamada "central de detección de errores".
Una bienhumorada bailarina de Mocidade Alegre, en el Carnaval de São Paulo, obtiene beneficios para su salud al mismo tiempo que se divierte. (O Globo)
Según López Moratalla, al escuchar un chiste, el cerebro procesa el lenguaje y, cuando la historia toma un giro absurdo, la "central de errores", situada entre los dos hemisferios, detecta la equivocación y sincroniza lo lógico y lo ilógico de la narración”.
Al detectar el error, el cerebro obtiene una "recompensa" a través de la liberación de dopamina, una hormona que genera una sensación de regocijo que se termina somatizando en una carcajada que, a su vez, fortalece el corazón y genera respuestas somáticas (corporales) saludables, ha indicado la catedrática de la UNAV.
De acuerdo a López Moratalla, el mecanismo cerebral del humor es muy complejo e innato en el ser humano y "se expresa de igual forma en todas las culturas, en todas las edades. La risa significa alegría y felicidad universalmente y en todas las épocas".
No obstante existen algunas diferencias entre el sentido del humor de hombres y mujeres, ya que aunque la parte cognitiva del mismo es igual, no lo es así la parte emocional, según indica esta experta.
Tomarse la vida un poco menos en serio modifica nuestras neuronas y química sanguínea, convirtiéndose en un eficaz recurso para fortalecer el corazón y protegernos de algunas enfermedades, según recientes estudios científicos.
Además del cerebro, el humor y la risa cambian la química de la sangre y protegen contra la enfermedad y la depresión, además de tener un efecto positivo sobre las afecciones cardiacas, de acuerdo a un nuevo estudio de la Universidad de California en Loma Linda (LLU, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos.
Según estos investigadores, los cambios producidos por la sonrisa ocurren en el nivel químico del organismo y provocan cierto bienestar físico durante un día.
El sistema inmunológico (defensas orgánicas) también mejora con las sonrisas, las cuales asimismo pueden ayudar a frenar las enfermedades cardiacas, según este estudio recogido por la revista electrónica de ciencia ‘Tendencias 21’.
Según los expertos de la LLU, este efecto saludable se debe a que sonreír estimula la producción de las beta-endorfinas, unas sustancias que actúan como neurotransmisores cerebrales y son consideradas como la morfina natural del organismo, dado su efecto analgésico sobre las respuestas del sistema nervioso al dolor, además de ayudar a regular el sistema inmunológico.
Al comentar el estudio de la LLU, la Sociedad Fisiológica Americana (APS) ha señalado que no hay duda de que sonreír sienta bien, pero incluso también resulta beneficiosa la sensación previa a la sonrisa alegre, por ejemplo cuando nos disponemos a ver una película que nos gusta.
“Ambas sensaciones positivas generan efectos sorprendentes en el sistema neuroendocrino”, según la APS.
Según el trabajo, dirigido por el investigador Lee Berk, con sólo anunciarles que verían un vídeo de humor, en la sangre de los participantes aumentaba en un 27 por ciento la cantidad de beta-endorfinas y en un 87 por ciento otras hormonas relacionadas con el crecimiento, comparado con otros integrantes del grupo a los que no se les anunciaba nada.
Asimismo, un equipo de cardiólogos del Centro Médico de la Universidad de Maryland (EE.UU.) ha hallado que tener un sentido del humor activo podría prevenir enfermedades cardiacas debido a que la sonrisa impacta en la funcionalidad de los vasos sanguíneos, facilitando la fluidez circulatoria de la sangre.
Según la Universidad de Indiana (EE.UU.), la risa relaja los músculos tensos, reduce la producción de hormonas que causan el estrés, rebaja la presión sanguínea y contribuye a aumentar la absorción de oxígeno en la sangre, además de ayudar a quemar calorías al hacer que movilicemos unos 400 músculos.
Asimismo, en un estudio que es el primero de su tipo, otro equipo de la Facultad de Medicina de la universidad estadounidense de Stanford ha comprobado que el humor activa partes del cerebro relacionadas con la resistencia y el bienestar en los niños.
"El humor es un componente muy importante de la salud emocional, ya que mantiene las relaciones, desarrolla la función cognitiva e incluso quizás la salud médica", ha asegurado el autor principal del estudio, el doctor Allan Reiss, del Centro de Investigación en Ciencias Interdisciplinarias del Cerebro de Stanford.
“Un sentido del humor fuerte es una parte importante de la emoción positiva, y podría ayudar a que los niños sean más resistentes. En particular, un sentido del humor equilibrado y coherente podría ayudar a los niños a negociar el periodo difícil de la preadolescencia y la adolescencia", ha señalado Reiss. (EFE)