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CARACAS, Venezuela, 4 de mayo.- El Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a su homólogo norteamericano Barack Obama de planificar los actos de violencia en su país, después de que el mandatario estadounidense opinara sobre la crisis que enfrenta la nación a raíz de las elecciones del pasado 14 de abril.
Nicolás Maduro acusó al norteamericano Barack Obama de planificar los actos de violencia en Venezuela.
Durante su discurso en el Cuartel de la Montaña, donde descansan los restos del ex presidente Hugo Chávez, Maduro calificó a Obama como el “jefe mayor de los diablos” y lo responsabilizó de los enfrentamientos de los últimos días, según información de la agencia de noticias AFP.
"Estamos defendiendo las instituciones, la paz, la democracia, al pueblo de Venezuela (...) podemos sentarnos con quien sea, hasta con el jefe mayor de los diablos: Obama (…) Es el propio Obama como títere de ese poder imperial quién está detrás del financiamiento en dólares de esta derecha que quiere destruir a la democracia venezolana", denunció.
A las declaraciones del Presidente de Venezuela se sumó la crítica del ministro de Relaciones Exteriores, Elías Jaua, quien leyó un comunicado donde externó su rechazo a los comentarios proferidos por el Mandatario norteamericano durante su entrevista con la cadena Univisión.
Por otro lado, Obama calificó como absurdas las acusaciones contra el ciudadano de Estados Unidos, Timothy Hallet Tracy, quien fue detenido por las autoridades venezolanas a finales de abril por ser un presunto espía infiltrado para financiar protestas estudiantiles y desestabilizar al país.
"Este ciudadano estadounidense, que aparentemente ha sido detenido, será tratado como cualquier ciudadano estadounidense que se mete en una especie de enredo legal en un país extranjero", declaró en entrevista con la cadena de noticias Telemundo durante su visita a Costa Rica.
Finalmente, el Presidente norteamericano afirmó que el proceso abierto contra Tracy es una cortina de humo auspiciada por el Gobierno de Venezuela para desviar la atención de la crisis que afronta el país y los cuestionamientos sobre la legitimidad de Maduro. (Sexenio)