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CARACAS, Venezuela, 4 de mayo.- El Gobierno del Presidente Nicolás Maduro condenó este sábado las declaraciones de su colega estadounidense Barack Obama sobre la crisis política que enfrenta Venezuela, y acusó a Washington de estar detrás de los hechos violentos que minaron las posibilidades de diálogo entre opositores y oficialistas en medio de la tensa situación que vive el país desde los comicios presidenciales del 14 de abril.
"Venezuela rechaza con toda la fuerza de dignidad bolivariana la declaración emitida por el Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, donde arremete nuevamente contra el Gobierno legítimo venezolano", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela en un comunicado leído por el canciller Elías Jaua.
Maduro dijo que "no me queda duda" de que la visita de Obama a México y Costa Rica "fue planificada para que en Venezuela sucediera, dos días antes de su llegada a unos países hermanos, hechos graves y de violencia para justificar la intervención".
"Nuevamente el Presidente Obama arremete contra el legítimo Gobierno venezolano, electo el pasado 14 de abril mediante un proceso comicial transparente, cuyos resultados fueron avalados por acompañantes electorales de todo el continente y otros países del mundo, incluida la Misión Electoral de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y reconocidos por la totalidad de los gobiernos latinoamericanos y caribeños y gobiernos de otros continentes", acotó Jaua en un mensaje transmitido a la nación por cadena de radio y televisión.
"Venezuela rechaza con toda la fuerza de dignidad bolivariana la declaración emitida por Obama, donde arremete nuevamente contra el Gobierno legítimo venezolano", dijo el canciller Elías Jaua.
Maduro, que acompañó a Jaua en su declaración, explicó que el Gobierno venezolano condenaba los comentarios de Obama esgrimidos en una entrevista concedida a la televisora en español, Univisión, en la que, al preguntársele si su gobierno reconocía a Maduro como presidente legítimo de Venezuela, Obama respondió que no era el único tema del cual "Estados Unidos está preocupado".
"Creo que todo el hemisferio ha estado observando la violencia, las protestas, la represión contra la oposición. Creo que nuestra opinión general ha sido que le toca al pueblo de Venezuela elegir a sus líderes en elecciones legítimas", dijo Obama en la entrevista, citado por medios estatales venezolanos.
"Nuestro único interés en este punto es asegurarnos de que el pueblo de Venezuela es capaz de determinar su propio destino", agregó el mandatario estadounidense.
La Cancillería agregó en su escrito que Obama, con "su declaración falaz, destemplada e injerencista, no ayuda a mejorar las relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Venezuela, por el contrario, las conduce a un mayor deterioro, que sólo confirma ante el mundo la política de agresión que usted y su Gobierno mantiene contra nuestra nación".
"Presidente Obama, sus declaraciones alientan el surgimiento de un (Augusto) Pinochet (el otrora dictador chileno) en Venezuela. Usted deberá asumir su responsabilidad ante la historia, nosotros sabremos asumir la nuestra de defender la paz y la Independencia en la Patria de Bolívar", destacó el comunicado.
Caracas y Washington han mantenido tensas relaciones diplomáticas desde que Hugo Chávez asumió el gobierno en 1999 pero las frecuentes fricciones no han afectado los estrechos lazos comerciales que tienen ambos países, y Estados Unidos sigue siendo uno de los mayores mercados para el petróleo venezolano.
Las finanzas del Gobierno venezolano dependen en gran medida de la venta de petróleo a Estados Unidos y Venezuela también importa grandes cantidades de bienes de consumo de ese país.
Washington y Caracas tuvieron en marzo un nuevo entredicho diplomático luego de que Maduro ordenó el retiro de dos agregados militares estadounidenses que fueron señalados de tratar de contactar a militares activos venezolanos para planes de desestabilización.
En respuesta a esa medida, Washington expulsó a dos funcionarios diplomáticos venezolanos, lo que complicó las gestiones para mejorar las relaciones con ese país tras la muerte de Chávez.
La Fiscalía General de Venezuela imputó formalmente la semana pasada varios cargos, incluido el de conspiración, a un cineasta y documentalista estadounidense, Timothy Hallet Tracy, que ha sido vinculado con un supuesto plan para generar desórdenes a nivel nacional tras los comicios presidenciales del 14 de abril.
Maduro, por su parte, afirmó que "es lamentable que Obama haya sido arrastrado a las posiciones ultrarreaccionarias del Pentágono, de la CIA y del Departamento de Estado".
El Mandatario venezolano añadió que "no me queda duda" de que la visita de Obama a México y Costa Rica "fue planificada para que en Venezuela sucediera, dos días antes de su llegada a unos países hermanos de América Latina, sucedieran hechos graves y de violencia en Venezuela... para justificar la intervención" extranjera en el país".
"Eso explica que el 30 de abril, en la Asamblea Nacional haya habido la provocación violenta que tuvimos, ellos (la oposición) vinieron a provocar la violencia", manifestó.
Tras las elecciones presidenciales se registraron protestas callejeras en Caracas y otras ciudades del interior del país. El gobierno y las autoridades judiciales sostienen que durante esos días fallecieron nueve personas y 78 resultaron heridas.
La crisis política que enfrenta Venezuela desde mediados de abril tuvo una nueva escalada el 30 de abril, con la trifulca que protagonizaron diputados oficialistas y opositores en pleno hemiciclo de la Asamblea Nacional, donde varios congresistas resultaron lesionados.
La trifulca se inició luego de que congresistas opositores sacaron una pancarta que decía "golpe al parlamento" en protesta por la decisión del presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, de negarle el derecho a la palabra a sus colegas opositores porque no reconocen a Maduro como presidente.
El Mandatario también criticó la visita que realizó el alcalde metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, a Miami, donde se reunió con sus colegas estadounidenses para explicar la crisis desencadenada luego que la oposición denunció fraude en los comicios, en los que la autoridad electoral, por estrecho margen, proclamó oficialmente como triunfador a Maduro, heredero designado del ex presidente Hugo Chávez.
Maduro acusó a Ledezma de pedir la intervención en Venezuela y exhortó a la Fiscalía para que comience una investigación contra el alcalde por presunta traición a la patria, un delito que podría acarrearle un máximo de 30 años de cárcel.
El candidato opositor Henrique Capriles está convencido de haber ganado la elección y ha dicho que Maduro es un mandatario "ilegítimo" y "espurio". El jueves pasado, los opositores impugnaron la elección ante el Tribunal Supremo de Justicia. (AP-El Financiero)