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BUENOS AIRES, Argentina, 3 de mayo.- "El método Guardiola no existe", dijo Manel Estiarte, colaborador de Pep Guardiola durante el exitoso proceso de cuatro años en el Barcelona. Fue un baño de agua fría para todos, quienes colmaron el Gran Rex el 2 de mayo con el sueño de escuchar una fórmula secreta para crear un súper equipo exitoso.
Más de 3,600 personas disfrutaron de Guardiola, que llegó al teatro de la calle Corrientes de la mano de Tus Ídolos, Grupo Rhuo y Consultora Med. Y lejos de esa receta mágica, ese público se encontró con un Pep sencillo y humilde. Muy sencillo. De zapatillas negras, saco gris, remera azul y jeans. Sencillo para vestir y para hablar de fútbol. Sin un discurso preparado, improvisando y hasta perdiendo el hilo de su propia idea.
A las 20.15 apareció Guardiola arriba del escenario, luego de una extraordinaria exposición de Estiarte, que además de colaborar con Pep fue una gloria del waterpolo español. Del otro lado esperaban para escuchar, ansiosos, personajes como Carlos Bilardo, José Luis Chilavert, Ricardo La Volpe, Roberto Trotta, Diego Cagna, Diego Cocca, Daniel Garnero y Julio Lamas, entre otros.
Antes de comenzar formalmente su disertación, Guardiola tuvo emotivas palabras de agradecimiento para César Menotti y Marcelo Bielsa, “que me trataron como un hijo hace siete años, cuando vine aquí con mis sueños de ser entrenador. Estoy aquí por ellos y esta charla va para ellos”. En esa línea, y ya dirigiéndose al público, Pep agregó que “tienen el deber de reconocer lo que César y Marcelo han hecho no sólo por el fútbol argentino sino por el fútbol mundial”.
-“Lo más fascinante de mi trabajo es intentar convencer a los jugadores de una idea, y eso es fundamentalmente lo que me moviliza. Desde que estaba en el filial intenté decirles ‘señores, hoy va a pasar esto, y si hacemos esto otro, creo que ganaremos’. Después puede salir o no, pero eso es lo que queda”.
-“Controlar la cercanía con el jugador es lo más difícil. En mi caso me resulta imposible no involucrarme emocionalmente”.
-“Sin Cruyff yo no estaría aquí. Ha sido el personaje más influyente del Barça en los últimos 25 años. Desde pequeño escuchaba, día a día, conceptos que se me fueron quedando grabados. El que más me influyó es el que dice que la pelota tiene que pasar por el centro y ahí siempre tiene que haber uno más de los nuestros”.
-“Los futbolistas no son tontos. Si son capaces de jugar a un deporte tan difícil, tienen que ser inteligentes por narices, no queda otra. Entonces hay que tratarlos como tales”.
-“El fútbol le pertenece a los jugadores, no hay que olvidarlo”. Dijo que se roba las ideas de todos porque lo hace muy bien y porque le da la gana. “Las ideas son de todo el mundo y yo he robado lo máximo posible”.
Admitió que le aprendió como técnico a su homólogo argentino Ricardo La Volpe, quien hizo la mayor parte de su trayectoria en el futbol mexicano.
Señaló que se ha formado gracias al aporte de diversos entrenadores y uno de ellos es La Volpe, quien en la actualidad se encuentra en reposo por problemas de salud.
"Pep" conoció más a fondo a La Volpe cuando entre 2005 y 2006 jugó en Dorados de Sinaloa, en México, su último club como futbolista, donde tuvo contacto con Juan Manuel Lillo, entonces entrenador del cuadro sinaloense.
"Los argentinos deberían reconocer el gran aporte que le hicieron al futbol Menotti y Marcelo Bielsa. He aprendido de La Volpe, de Lillo, de todos", comentó Josep Guardiola, quien a partir de la siguiente temporada dirigirá al Bayern Munich tras tomar un año sabático.
El extécnico del Barcelona (2008-2012) dejó en claro que busca robar ideas a diversos entrenadores, siempre con la finalidad de mejorar su labor, y reconoció que el holandés Johan Cruyff es uno de sus máximos mentores.
"Tengo claro que no estaría aquí sin Cruyff. Yo he robado lo máximo posible. Pero las ideas no son de nadie. Tampoco es copiar y pegar. Espero que hagan lo mismo conmigo", manifestó "Pep", multicampeón con los blaugranas.
Josep Guardiola platicó más al respecto de sus ideas como técnico y recalcó que "no soy mejor que ningún entrenador. Mi táctica busca que nos lleguen poco a nuestra portería y generar espacio para que mis jugadores desequilibren".
La selección de España “es máxima candidata” a ganar el Mundial de Brasil 2014, y que le siguen “los de siempre, Argentina, Brasil y Alemania”.
“El secreto de un equipo está en el orden, que todos y cada uno sepan lo que hay que hacer”. Sobre su marcha del Barcelona: “Sentí una tranquilidad muy grande conmigo mismo, había hecho lo mejor que pude.
Todo tiene un inicio y un final, el final llega cuando descubres que es suficiente”.
En cuanto a cómo es dirigir a un gran equipo como el Barcelona: “Es divertido, no hay compasión. No estás porque eres más guapo, estás porque ganas y si no ganas, buscan a otro".
Maradona fue mi ídolo de la infancia", contó en medio de su disertación, pero dejó algo en claro:
"Definitivamente, no vi ninguno mejor que Messi. Sus padres lo hicieron bueno".
El fútbol para él pasa por la mitad de la cancha, ahí es donde se cocinaron sus éxitos. Y es ahí donde reveló uno de las claves de ese presunto "método Guardiola", que ahora se sabe que no existe como tal.
"La pelota tiene que pasar siempre por el centro. Y ahí siempre hay que tener un hombre más que el rival. Eso es lo que más me ha quedado en la cabeza desde chico y lo que más me gusta. No me pregunten por qué, pero es así como me gusta y lo quiero yo", destacó.
"Cuando tienes uno más en el mediocampo que el rival tienes mas posibilidades de pasar el balón y tener superioridad", agregó el DT catalán de 42 años, y repitió la idea varias veces, incluso mostrando videos de su Barça.
En la misma idea, habló de la transformación de Messi en ese equipo que ganó 14 títulos: "A Messi lo pasamos de la derecha al medio porque para mi los mejores tienen que jugar por adentro, no por afuera, ahí es donde hay que jugar el balón".
En el final, Guardiola respondió algunas preguntas de Juan Pablo Varsky, y ahí volvió a dar un ejemplo de su perfil bajo: "Messi me enseñó a mí. Por favor. El juego le pertenece a los futbolistas...".
Javier Mascherano también fue centro de sus elogios: "Valió la pena conocerlo, un sol de persona, un gran profesional. Dudaba de llevarlo a Barcelona porque era el capitán de la Selección argentina, y no venía a ser titular. Pero desde el día que llegó demostró lo grande que es".
Pep desató nuevamente la risa generalizada cuando recordó que en el ocaso de su etapa como futbolista estuvo a punto de jugar en Argentina: “Cuando ‘Masche’ pasó al Corinthians hubo contactos con River, que pensó en mí para reemplazarlo. Yo estaba en el último tramo de mi carrera y finalmente River estuvo muy acertado en no contratarme”.
En la charla, el extécnico azulgrana respondió con rotundidad a la pregunta de si volvería algún día al club en el que se ha formado como jugador y entrenador. "Creo que es una etapa cerrada. En la vida uno nace, se hace mayor, se casa, tiene hijos... Uno pasa al Barça, se acaba... Es una etapa fantástica en mi vida, pero se acabó", declaró Guardiola.
El de Santpedor reflexionó sobre su paso por el banquillo culé y reconoce que fue "feliz en Barcelona" y que se ha llevado una "relación maravillosa" con los jugadores que dirigió en el Barça, pero que "cuando uno toma la decisión de dejar un club, es mejor que cuando la toman otros". En medio del almuerzo, un señor se acercó a saludar a Guardiola. Hasta que uno de los organizadores le dijo "es el padre de Mascherano". A Pep se le cambió la cara y con una sonrisa, lo abrazó, y le repitió varias veces: "¡Tu hijo es una maravilla!". Al hermano de Mascherano, Pep le bromeó con una palmada en la cara y le dijo: "Tú sí que te dedicaste a la buena vida, y no a romper piernas".
Josep Guardiola revolucionó a Buenos Aires en 24 horas. El jueves del ex entrenador de Barcelona no tuvo respiro: el catalán trabajó horas extras y charló con todos los que pudo, los que quiso y los que se le acercaron.
El circuito de Pep comenzó al mediodía en la Usina del Arte, en La Boca. Allí dialogó con alumnos de escuelas públicas de la Capital. Los chicos de séptimo grado de las escuelas 15 de Boedo, 23 de Almagro y 23 de Lugano pudieron preguntarle a Guardiola por su ídolo, Lionel Messi y por el Barcelona. "El Messi verdadero es mejor que el de la Play", respondió el técnico. Después saludó a los pibes y se fue. No había tiempo que perder.
El técnico de 42 años, acompañado por su ayudante de campo Manel Estiarte, se dirigió hacia el hotel Four Seasons, ubicado en el barrio de La Recoleta, donde mantuvo un almuerzo junto a personalidades del fútbol local como Alejandro Sabella, Juan Pizzi, Gabriel Milito, David Trezeguet, Daniel Angelici, Héctor Veira, Miguel Brindisi, Juan José López, Julio Falcioni, Julio Lamas, Sergio Hernández, Cachito Vigil y Matías Rossi, entre otros. Guardiola invitó a Pizzi y a Milito (viejos conocidos del Barcelona) a compartir su mesa, habló varios minutos con Sabella, bromeó con el Bambino y se sacó fotos con todos.
Cerca de las 19 comenzó su exposición sobre liderazgo deportivo, la que se detalló, en el Gran Rex de la calle Corrientes. Habló durante casi una hora. De fútbol. "Ustedes, que son contemporáneos, deben agradecerle a Menotti y a Bielsa por lo que hicieron por el fútbol argentino", soltó una frase entre mil frases, todas esclarecedoras. Agregó: ""Las ideas son de todo el mundo. Yo he robado lo máximo posible". Mientras tanto, en la sexta fila, Carlos Bilardo, el coordinador de selecciones nacionales tomaba nota. También otros muchos entrenadores como Ricardo La Volpe y Diego Cagna.
Guardiola revolucionó a la Buenos Aires del picado en la calle y el potrero en la plaza. Una ciudad que respira fútbol, que vive fútbol, que sueña fútbol. "Es una ciudad abrumadora", se despidió el catalán. Hasta siempre, Pep.(Toda Pasión / Fox Sports / Sport.es / Juan Villoro / La Nación / Clarín)