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EE.UU (29 de diciembre).- La prestigiosa revista británica The Economist, en su última edición, eligió a Uruguay como “el país del año”. La publicación basaba esta elección en las más recientes medidas impulsadas por el presidente José Mujica: el matrimonio igualitario y la ley de la marihuana. En su habitual columna semanal, el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, destacó la decisión del medio inglés.
“Ha hecho bien The Economist en declarar a Uruguay el país del año y en calificar de admirables las dos reformas liberales más radicales tomadas en 2013”. De esa manera comienza su artículo titulado “El ejemplo uruguayo”, el escritor peruano, quien resaltó el respeto del gobierno uruguayo a las instituciones democráticas.
Vargas Llosa también menciona la austeridad del presidente uruguayo, y asegura que el ex guerrillero logró darle a Uruguay “una imagen de país estable, moderno, libre y seguro”. Esto, según el escritor, condujo al país rioplatense a un crecimiento económico y a un avance en la justicia social.
El Premio Nobel de Literatura recuerda a través de su columna publicada en el diario El País que Uruguay supo ser una país estable, con un fuerte respeto a las instituciones. “Cuando yo era niño, se llamaba al país oriental “la Suiza de América” por la fuerza de su sociedad civil, el arraigo de la legalidad y unas Fuerzas Armadas respetuosas de los gobiernos constitucionales”, apunta el escritor.
Con respecto a las últimas medidas impulsadas por el presidente Mujica, Vargas Llosa destaca y celebra esas iniciativas.
“Ese perfil democrático y liberal explica la valentía con que el Gobierno del presidente José Mujica ha autorizado el matrimonio entre parejas del mismo sexo y convertido a Uruguay en el primer país del mundo en cambiar radicalmente su política frente al problema de la droga”, analiza.
Vargas Llosa reconoce que la libertad del consumo que propone el gobierno uruguayo tiene sus riesgos. Sin embargo, reconoce también que, para que tenga mayor éxito, no debe quedar confinada a un solo país.
“La libertad tiene sus riesgos y quienes creen en ella deben estar dispuestos a correrlos en todos los dominios, no sólo en el cultural, el religioso y el político”, concluye.- (Agencias)