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MÉXICO, D.F., 2 de febrero.- El presidente de la Cámara de Diputados, Ricardo Anaya (PAN), se enlaza en un abrazo largo con su compañero José González Morfín, trasbanderas el Salón de Sesiones en San Lázaro, y de ese trato cordial mayor son testigos los integrantes de las mesas directivas de las cámaras de Diputados y Senadores, justo antes de que pasen a ocupar sus posiciones en la tribuna y abrir el periodo de sesiones.
Elena Sánchez Algarín, directora de Proceso Legislativo, desde su escritorio en la tribuna misma, sabe que todo está listo para emprender una nueva etapa del Congreso, en el que es colaboradora desde hace 53 años, siempre distintos. Esta mañana es de cielos despejados, sin asedios ni bloqueos.
El coordinador de los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Manlio Fabio Beltrones, dice que aquí en San Lázaro cada día es de estrés y de caminar en la cuerda floja, aunque es el retrato de la calma y practicante de la cortesía política. Está en su terreno, en el pasillo central, y allí saluda, habla relajado y despacha asuntos de coordinador de la bancada.
Los equilibrios están en el Pleno. Panistas, a la derecha con sus coordinadores, el diputado Luis Alberto Villarreal y el senador Jorge Luis Preciado; a la izquierda, Silvano Aureoles (PRD) y otros líderes, entre ellos, Manuel Bartlett (PT-Senado). La ausencia del senador Miguel Barbosa había sido anunciada.
Legalmente se abre la sesión, al tocar la campanilla Ricardo Anaya. Son las 11:12 horas. Informan del quórum (317 de 500 diputados, y 89 de 128 senadores).
El panista declara la apertura del periodo de sesiones del Congreso, cantan el Himno Nacional, se lee el acta de la reunión. A las 11:17 horas, da por concluida la asamblea. Cinco minutos de protocolo. Y tan-tán.
El salón de sesiones queda casi vacío en los siguientes 15 minutos. La familia de Anaya espera trasbanderas. Sus hijos, Mateo y Santiago, se cuelgan de su padre. Los lleva a la tribuna. Después, su esposa, Carmen, y él cargan a los pequeños para unas fotos.
Mateo se sienta en la curul de presidente del Congreso. Ricardo Anaya explica al niño cómo se registra el voto electrónico. Mateo pregunta dónde estuvo viendo la sesión y su padre le señala el palco asignado. (El Universal)