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CULIACÁN, Sinaloa, 24 de febrero.- Durante sus 13 años como prófugo, se rumoró que Joaquín El Chapo Guzmán vivía en diferentes lugares entre Argentina y el Triángulo Dorado de México, una región montañosa situada entre los estados norteños de Sinaloa, Durango y Chihuahua.
Bajo su liderazgo, el cártel fue haciéndose más poderoso y letal, y se apoderó de muchas de las lucrativas rutas de contrabando ubicadas lo largo de la frontera con Estados Unidos. Guzmán pudo ver desde las escarpadas montañas del oeste de México cómo las autoridades capturaban o mataban a los líderes de bandas que trataba de arrebatar al Cártel del Pacífico a su prominencia en el narcotráfico mundial.
Guzmán, el corpulento hijo de un campesino, logró incluso ser incluido en la lista de multimillonarios de Forbes y llegó a ser popularmente considerado como demasiado poderoso para ser capturado. Pero a finales de año, las autoridades comenzaron a cercarlo.
El 22 de noviembre del 2013, Serafín Zambada Ortiz, hijo de Ismael El Mayo Zambada, uno de sus dos principales socios, fue arrestado en noviembre en un cruce fronterizo en Nogales, Arizona, como parte de una pesquisa amplia y compleja que involucró hasta 100 intervenciones telefónicas, de acuerdo con su abogado.
Un mes desupés, el 18 de diciembre del año pasado, uno de los principales lugartenientes del Cártel del Pacífico, Gonzalo Inzunza Inzunza, alias El Macho Prieto, murió baleado desde helicópteros artillados en Puerto Peñasco, Sonora. Menos de dos semanas después, el 2 de enero de 2014, la policía del aeropuerto de Schipol, en Amsterdam, arrestó a uno de los principales sicarios del cártel, José Rodrigo Aréchiga Gamboa, El Chino Ántrax, quien operaba el transporte y la logística de Guzmán.
El cerco se fue cerrando este mes. Las fuerzas federales comenzaron a peinar Culiacán, la capital del Estado de Sinaloa, en el litoral del Pacífico, donde cerraron calles, allanaron inmuebles, se incautaron armas automáticas, drogas y dinero, y arrestaron a varios hombres que las autoridades mexicanas describieron a los reporteros como colaboradores cercanos de Zambada.
El 13 de febrero, un hombre conocido como El 19, a quien las autoridades tacharon de ser el nuevo jefe de sicarios de Zambada, fue arrestado junto con otros dos hombres en una autopista que conduce a la ciudad de Mazatlán.
Cuatro días después, el 17 de febrero, un hombre descrito como un prominente miembro del Cártel del Pacífico fue detenido con 4 mil pepinos y bananas rellenos de cocaína.
Luego, un hombre de 43 años conocido como El 20 y descrito como el jefe de seguridad de Zambada fue arrestado cuando transportaba más productos agrícolas rellenos de cocaína.
Para mediados de semana, al menos 10 hombres de confianza del cártel habían sido capturados. Y los agentes supieron que Guzmán viajaba desde su escondite en las aisladas montañas para disfrutar las virtudes de Culiacán y Mazatlán.
Los efectivos de la Marina de México cerraron la calle costera frente a los condominios Miramar, un edificio de 10 niveles de color blanco con una pequeña piscina al frente. Tras derribar la puerta de un austero departamento en el cuarto piso, detuvieron a Guzmán poco después del amanecer.
Las fotos del departamento publicadas por un periódico local mostraban muebles baratos y poca comida o bebidas alcohólicas; apenas un par de docenas de huevo en un anaquel. Se podía ver una bolsa de un supermercado en el piso. (Excélsior)