1041 palabras
Mérida, Yucatán, 12 de marzo de 2014.- Aunque fueron dos meses de estancia en Mérida, Octavio Paz dejó una huella que sigue vigente en la actualidad: un poeta generoso con todos, dedicado, que logró trascender de una cultura a otra con una poesía que hace vibrar en cada palabra.
Anoche, Elena Poniatowska, Ana Bundgaard, Jorge Mantilla, Gonzalo Navarrete Muñoz y Sara Poot Herrera unieron sus voces y recordaron anécdotas, pasajes y parte del legado del Premio Nobel de Literatura durante la mesa redonda “Octavio Paz en Mérida en 1937”, en el auditorio del Centro Cultural Olimpo. La actividad fue organizada por el Ayuntamiento de Mérida en coordinación con la Feria Internacional de la Lectura Yucatán, FILEY 2014 y UC-Mexicanistas.
Los panelistas fueron recurrentes a la hora de hablar del escritor mexicano. Quienes lo conocieron, como Elena Poniatowska, lo definieron como una persona generosa y dispuesta a encontrar el talento en todos.
Asimismo en varias ocasiones se refirieron también al legado que el Nobel de Literatura dejó en su poema “Entre la piedra y la flor”, un poema ambicioso por la fuerza metodológica respecto a la poesía, que hacía que más de uno se transportara y quedara fascinado con la esencia misma de las palabras.
Gonzalo Navarrete Muñoz, Cronista de la Ciudad, fue el primero en tomar la palabra, y tras breve introducción de la llegada de Paz a Mérida, en 1937, expuso: “Octavio Paz no necesita homenajes, los que lo necesitamos somos nosotros”.
Acto seguido el alcalde Renán Barrera Concha agradeció a los organizadores la propuesta de recordar la visita de Octavio Paz a la ciudad. Asimismo comentó que la lectura es una necesidad social y como apoyo a las actividades de fomento a la lectura y políticas públicas es que el Ayuntamiento de Mérida se sumó a las actividades de la Feria Internacional de la Lectura (FILEY) instalando la sala “Libro Libre”, que ofrece más de 500 títulos para disfrutar e intercambiar textos.
En su intervención el maestro Jorge Montilla recordó que Octavio Paz llegó a Mérida con dos condiciones: siendo poeta y joven: “decía que la ciudad estaba llena de luz, misma que se reflejaba en el trabajo de nuestros artistas, y a pesar de su breve estancia, nos deja queriendo a Yucatán”.
Tocó el turno a la investigadora Ana Bundgaard, quien confesó que a pesar de no saber mucho de Octavio Paz, expuso una semblanza del escritor y cómo su obra ha marcado con los años su trabajo académico. En su opinión, Octavio Paz es un poeta transcultural que logró fusionar y trascender de una cultura a otra, mantener ese diálogo a través de las palabras, pues igual se movía entre mexicanos y extranjeros, entre política y la literatura: “Los libros de Octavio Paz que leo me habitan el alma. Como catedrática, cada palabra que leo me hace sentir y reconocer que fue un gran poeta que nos dejó una gran herencia cultural, una voluntad de ir más allá”. Ana Bondgaard se siente identificada por un lema de Octavio Paz, “Comprensión es ejercicio espiritual”.
A su vez, la escritora Elena Poniatowska, quien esta noche de miércoles recibirá el Premio Excelencia a las Letras “José Emilio Pacheco” en el marco de la FILEY, refirió varias cualidades de Paz, a quien conoció en 1953: “Le gustaba jugar con papelitos, jugar con palabras, era generoso y dispuesto a encontrar el talento en todos”.
Según recordó, en una ocasión el escritor le dijo “lo tuyo, por apresurado que sea, siempre tiene algo, no lo publiques sin que lo haya visto. Se hacía responsable de todos, por eso puedo afirmar: la poesía se cumplió en él”.
También comentó que a su paso por Yucatán, Octavio Paz estuvo rodeado de personajes a quienes aún no se les ha hecho justicia, como Juan de la Cabada, Ermilo Abreu Gómez y otros mexicanos que tuvieron relación con la guerra civil de España.
Para cerrar la mesa redonda, la investigadora Sara Poot, quien dirige Uc Mexicanistas, refirió varios momentos de Octavio Paz en los dos meses que estuvo en la ciudad: “En 20 días Paz estaría cumpliendo 100 años y me gustaría pensar que el joven poeta llegó a Mérida un 11 de marzo de 1937, venía por un encargo y por conocer la belleza de nuestra tierra, claro llegó bien acompañado”.
Durante sus participaciones, Gonzalo Navarrete reiteró el llamado de que alguna calle de la ciudad lleve el nombre del poeta, “le debemos eso y más”, y Sara Poot, hizo lo propio pero de que en alguna piedra de la Plaza Principal lleve grabada poesía.
En la presentación, que reunió a un centenar de personas, estuvieron presentes el Lic. Fernando Gutiérrez Cervera, Subdirector de Desarrollo Institucional, en representación de Irving Berlín Villafaña, director de Cultura, quien entregó reconocimientos a los cinco panelistas; Christian Rivero Ramírez, María de Lourdes Peniche Zapata y José Manuel Civeira García, Subdirectores Artístico de Fomento a la Cultura y Fomento a la Lectura, respectivamente.
Entre los asistentes también se encontraba el escritor yucateco Agustín Monsreal, quien también fue homenajeado esta semana en la FILEY.
Por otro lado, el próximo viernes 14 está prevista la conferencia “Me acuerdo, yo también me acuerdo: Conferencia sobre mis viajes, y mis lecturas, visito ciudades, libros y hago memoria, así pasen cien años”, de la escritora y ensayista mexicana Margo Glantz, a las 20:00 horas, en la Videosala del Olimpo. La entrada será gratuita.
Esta actividad se suma también al programa que el Ayuntamiento de Mérida está realizando en el marco de la FILEY 2014.