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GUATEMALA, 7 de noviembre.- Un terremoto que sacudió hoy Guatemala se cobró la vida de al menos 48 personas, 150 resultaron heridas y casi un centenar se encuentran desaparecidas, según las cifras preliminares dadas a conocer por el presidente Otto Pérez Molina, quien viajó a la zona del desastre.
El mandatario dijo que sólo en el departamento de San Marcos, ubicado el noroeste del país y fronterizo con México, el número preliminar de fallecidos se situó en 48, pero advirtió que podría incrementarse debido al alto número de desaparecidos.
“Tenemos que lamentar el fallecimiento de 48 personas, es una tragedia, es verdaderamente lamentable”, dijo el gobernante a los periodistas.
Entre las víctimas se encuentran diez miembros de una misma familia de la comunidad de San Cristóbal Cucho, que murieron al quedar bajo los escombros de su vivienda derribada por el sismo.
El resto de fallecidos eran habitantes de las comunidades de Palo Gordo, San Pedro Sacatepéquez, La Reforma y El Quetzal, todas del departamento de San Marcos.
Pérez Molina viajó a San Marcos acompañado de varios de sus ministros para constatar los daños provocados por el sismo de magnitud 7.4 en la escala de Richter que ayer, hacia las 10:35, hora local, sacudió el territorio guatemalteco, según el servicio sismológico de EU (USGS).
El movimiento telúrico provocó la interrupción de los servicios de electricidad, agua potable y telecomunicaciones en las zonas del oeste del país.
También causó derrumbes en la carretera Interamericana lo cual impide el paso de vehículos hacia las áreas afectadas.
Aroldo Rivera, gobernador de San Marcos, dijo que el terremoto derribó más de 30 residencias en las ciudades de San Marcos y San Pedro Sacatepéquez, y que los edificios de Gobernación Departamental, el Palacio Maya y la Policía Nacional Civil, “quedaron totalmente inhabitables”.
El gobierno mantuvo al menos 24 horas más la “alerta roja nacional” decretada por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), en prevención de posibles réplicas del sismo.
Además de San Marcos, el terremoto afectó los departamentos de Quetzaltenango, Huehuetenango, Quiché, Sololá y Totonicapán, en las zonas del este y noroeste del país.
Pérez Molina dijo que la prioridad de las autoridades es rescatar a las personas que se encuentran soterradas y buscar a los desaparecidos, así como atender a los heridos, y brindar atención humanitaria de emergencia a los miles de damnificados.
Aseguró que su gobierno cuenta con los recursos suficientes para atender la emergencia, y agradeció a Venezuela y España, los primeros países que se han comunicado oficialmente para ofrecer ayuda.
El movimiento telúrico, el más fuerte desde el terremoto de 1976, fue ubicado a 200 kilómetros al suroeste de la capital, frente a las playas de Champerico, en el departamento de Retalhuleu. (EXCELSIOR)