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MONTEVIDEO, Uruguay, 4 de enero.- El Gobierno de las islas Malvinas acusó hoy al de Argentina de "ignorar una vez más los derechos y deseos" de los isleños y subrayó que no son una colonia del Reino Unido, sino "un territorio británico de ultramar por elección".
En un texto oficial reproducido hoy por el portal Mercopress, el Gobierno del archipiélago responde a la carta abierta enviada esta semana por la presidenta argentina, Cristina Fernández, al primer ministro británico, David Cameron, en la que le pide abandonar el colonialismo y devolver las Malvinas a Argentina.
El Gobierno isleño subraya que la relación con el Reino Unido está basada en ideales comunes como la democracia y la libertad y que los malvineros "no están gobernados por los británicos".
Cristina Fernández, presidenta de Argentina, y David Cameron, primer ministro de Gran Bretaña, disputándose las islas. (Phil Disley para The Guardian)
Tras señalar que la carta de Fernández contiene imprecisiones históricas que es necesario aclarar, destaca que además la presidenta olvidó mencionar "el aspecto más significativo" de la reciente historia de las islas: la invasión argentina de hace 30 años que dio lugar a la guerra entre Argentina y el Reino Unido.
El texto resalta que los malvinenses de hoy constituyen la novena generación de familias que se asentaron en unas islas que hasta entonces estaban deshabitadas y no son una "población implantada", sino una comunidad formada "mediante inmigración voluntaria y asentamiento en el curso de casi 200 años".
También resalta el hecho de que "Argentina alega que las islas Falkland forman parte de la provincia de Tierra del Fuego, un área que fue reclamada como parte de la República Argentina cuando ya dos generaciones de isleños habían nacido y se habían criado" en el archipiélago del Atlántico Sur.
El Gobierno de Malvinas también afirma que tampoco "hay nada cierto en las afirmaciones argentinas de que Gran Bretaña expulsó a la población civil en 1833".
"La gente que fue devuelta a Argentina eran los integrantes de una guarnición militar argentina ilegal que había llegado tres meses antes. La población civil de las islas que pidió permiso a Gran Bretaña para vivir allí fue invitada a quedarse. Todos ellos salvo dos, con sus parejas, se quedaron", añadió.
Por último, señala que el Gobierno argentino ignora el principio de la autodeterminación, que está contemplado en la Carta de Naciones Unidas y es el derecho de la gente "a decidir sobre su propio futuro".
"Es en el ejercicio de ese derecho que hemos escogido mantener nuestros lazos con el Reino Unido. Es este derecho fundamental el que es ignorado por el Gobierno argentino, que niega nuestro derecho a existir como pueblo y niega nuestro derecho a vivir en nuestro hogar".
"No estamos gobernados por los británicos: tenemos autogobierno en todo salvo en defensa y asuntos exteriores. Elegimos democráticamente a los miembros de nuestra Asamblea Legislativa, para representarnos y decidir y gestionar nuestras propias políticas y leyes", subraya.
La declaración, firmada por Dick Sawle, miembro de la Asamblea Legislativa de las Islas Malvinas, en nombre del Gobierno, concluye con un recordatorio del referendo que se celebrará en marzo, con el fin de que se pueda escuchar la opinión de los malvinenses acerca del estatus político de las islas "de una manera clara, democrática e incontestable".
La carta de la presidenta Fernández, que fue publicada en el diario The Guardian el jueves, fue contestada ese mismo día por el Gobierno británico.
"Hay tres partes en este debate, no dos, como pretende Argentina. Los isleños no pueden ser borrados de la historia", dijo una portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores.
Un portavoz de Downing Street, despacho oficial del jefe del Gobierno, dijo por su parte que los isleños han demostrado "un deseo claro de ser británicos" y que el primer ministro David Cameron hará "todo lo posible por proteger" sus intereses.
En la misiva enviada a Cameron, Fernández resaltó que el Reino Unido debería cumplir con una resolución de la ONU de 1960 en la que se pide a los países miembros "zanjar el colonialismo en todas sus formas".
Según la presidenta argentina, el Gobierno británico debería comenzar las negociaciones sobre la soberanía de las islas, que "le fueron quitadas por la fuerza" a Argentina "exactamente hace 180 años, el 3 de enero de 1833". (EFE)