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LONDRES, 4 de enero.- La joven activista paquistaní Malala Yousafzai ha recibido este viernes el alta médica y ha abandonado el hospital Queen Elizabeth de Birmingham (Reino Unido), tres meses después de que los talibán intentarán matarla en represalia por su labor para promover la educación femenina en el país centroasiático.
Malala, de 15 años de edad, deberá regresar a finales de este mes al mismo hospital para someterse a una nueva intervención quirúrgica a raíz de las gravísimas heridas sufridas en cuello y en la cabeza el pasado 9 de octubre, cuando los talibán detuvieron el autobús en el que viajaba y, tras identificar a la joven, le dispararon una bala que impactó en su cabeza, recorrió su cuello y se alojó en su hombro.
La estudiante pakistaní Malala Yousafzai abandona el Hospital Queen Elizabeth, en Birmingham, Inglaterra. Los talibanes balearon en octubre a la quinceañera por hacer campaña a favor de la educación escolarizada para las niñas. (AFP/Getty Images)
La joven seguirá con su rehabilitación en el domicilio temporal otorgado a su familia en West Midlands, según informaron fuentes del hospital a la cadena británica BBC. Malala podrá permanecer en Reino Unido hasta cinco años después de que el Gobierno paquistaní haya concedido a su padre un puesto diplomático en su consulado de Birmingham. En un comunicado, la Alta Comisión para Pakistán en Reino Unido anunció la designación de Ziaudin Yousafzai por un periodo de tres años, con opción de ampliarlos dos años más.
El padre de Malala dirigirá una "sección educativa dentro de la misión" diplomática paquistaní, especifica la Alta Comisión. El Gobierno de Pakistán, además, ha emplazado a este organismo a que "se ocupe de todas las necesidades de Malala" y a que aborde "el mantenimiento financiero y el alojamiento de la familia". (EP)