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CIUDAD DEL VATICANO, 25 de febrero.- «No creo que vaya a ser un Cónclave rápido como el de 2005. Quien sea elegido, ya tendrá el camino indicado y deberá completar la purificación de la Iglesia que puso en marcha Benedicto XVI. En la Capilla Sixtina, el sentido de universalidad prevalece por encima de las lógicas regionales y por encima de los bloques geográficos de pertenencia».
El sudafricano de 71 años Wilfried Fox Napier, purpurado franciscano, encabeza la lista de los “papables” y las apuestas indican que el “Papa negro” será justamente él (o el curial Peter Turkson). Arzobispo de Durban a partir de 1992, cardenal desde 2001, fue nombrado por Joseph Ratzinger presidente del Sínodo sobre África y además es miembro de cuatro dicasterios vaticanos.
Monseñor Napier relata: 'Cuando alguien vino a mi mesa a decirme que el Papa había renunciado, pensé que los periodistas estaban bromeando. Sólo lo creí tras telefonear a Pretoria a un prelado que me confirmó la noticia'.
«De esta profunda crisis podemos salir con un fuerte renacimiento espiritual, como sucedió cuando San Francisco llevó a cabo su reforma moral». Cuando escucha la hipótesis de su posible elección, el Cardenal sonríe y aleja la tensión con un chiste: «Empezaría como acabó Benedicto XVI. Con la renuncia». Después vuelve a la seriedad. «Ya es muy pesada la pesponsabilidad de participar en el Cónclave, por lo que no tiene sentido decir nada sobre el resultado. Será lo que Dios quiera».
¿Cómo recibió la noticia de la renuncia del Papa?
Nunca hubiera esperado vivir una situación de este tipo. El último período ha sido difícil, turbulento. Me impresionó la decisión del Santo Padre de renunciar antes de la Pascua y de la Jornada Mundial de la Juventud. Es un gesto humilde y al mismo tiempo elevado, de una magnitud excepcional. Es un escenario que no había contemplado ninguna conjetura. No estaba previsto y una decisión tan fuerte y límpida testimonia que el bien de la Iglesia constituye la única preocupación de Joseph Ratzinger. El sentimiento de la responsabilidad siempre lo ha guiado en su servicio.
El ahora Arzobispo de Durban, Sudáfrica, es franciscano y estudió teología y filosofía en Lovaina, Bélgica. Tras su ordenación sacerdotal, en 1970, aprendió el idioma Xhosa y fue párroco en Lusikisiki y Tabankulu.
Según su opinión, ¿por qué renunció?
Benedicto XVI siempre ha dado trazos nítidos a sus acciones. Al no sentirse capaz de llevar a cabo su misión, decide renunciar por el bien de la Iglesia, Cuerpo de Cristo. Hay que respetar su decisión y agradecerle por la heroica valentía con la que se ha dedicado completamente a la Nueva Evangelización.
¿El nuevo Papa será un no europeo?
Cada uno lleva al Cónclave la propia cultura, la específica modalidad de los pueblos de vivir la fe en Cristo, la peculiar sensibilidad del ganado confiado a cada pastor. Pero, personalmente, no evalúo las candidaturas según la proveniencia geográfica. En una elección Pontificia lo que cuenta es la calidad de la persona y sus requisitos de potencial liderazgo de la Iglesia universal. Es a nivel pastoral que se diferencian los perfiles, no según la nacionalidad.
Napier toca la vuvuzela en el Mundial de Fútbol Sudáfrica 2010.
¿Teme una crisis de fe ante esta situación?
Las conciencias de mucha gente se han sacudido por los hechos. Que Dios nos ayude. Pero nadie ignora la dimensión espiritual de la histórica decisión que asumió el Pontífice. Debemos recibir su mensaje, seguir el sendero que trazó para nosotros. La prioridad es poner a Dios en el centro de la vida privada y pública, como nos enseñó Benedicto XVI. La gente y los jóvenes, en particular, esperan que la Iglesia pronuncie palabras de verdad. Un buen ejemplo es Youcat, el catecismo para chicos. Sobre la secularidad y la ética hay una increíble sed de sentido. Es necesario un diálogo en la verdad. Escuchar y ofrecer testimonio.
Durante los turbulentos cambios que marcaron el esecenario político de Sudáfrica, estuvo profundamente involucrado en los trabajos de mediación y negociación junto con otros líderes nacionales y provinciales de la Iglesia. (Vatican Insider / aciprensa)