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Artículo de Ángel G. Fuentes para ABC
ROMA, 26 de febrero.- Los resultados de los comicios celebrados en Italia entre el pasado domingo y el lunes parecen abocar al país a la ingobernabilidad. Aquí te desgranamos las claves de tan complejos resultados:
¿Los resultados en Italia son los esperados? ¿Se han cumplido las encuestas?
Nadie esperaba estos resultados. El éxito del cómico Grillo ha sido muy superior a lo que se esperaba. No se ha visto nunca en Europa un partido que presentándose por primera vez a las elecciones políticas entre en el parlamento con más del 23 % de los escaños. ¿Porqué los errores enormes de las encuestas? El profesor Ilvo Diamante, conocido analista político, da esta explicación: “Las diferencias han sido muy grandes porque Italia tiene un nuevo escenario electoral. Antes había sustancialmente un sistema bipolar con dos grandes coaliciones, una de derecha y otra de izquierda. Al surgir Grillo, con un 25 % de votos, ha sido un terremoto que ha desbaratado todas las previsiones”.
Por su parte, el profesor de Sistema Político Italiano en la Universidad LUISS de Roma, Roberto DŽAlimonte, aclara: “Estas elecciones han confirmado el hecho de que han cambiado de forma radical algunas coordinadas fundamentales del voto de los italianos. La crisis de relación entre los italianos y los partidos parece haber tocado un nivel crítico, en el que los instrumentos habitualmente utilizados para estudiar los comportamientos políticos (muestras estadísticas representativas, entrevistas, sondeos) aparecen escasamente adecuados a recoger el cambio”.
Portada de II Messaggero: 'Ganó la ingobernabilidad'.
¿Son los resultados que quería Europa?
En absoluto. Se ha tratado de un voto claro contra Bruselas y sus políticas de rigor. La imagen de una Europa que, mediante Bruselas y sobre todo Berlín, impone la austeridad ha sido mayoritariamente rechazada. Incluso el premio Nobel de Economía Paul Krugman consideró que las elecciones italianas representaban también un test sobre la austeridad impuesta por Bruselas. El resultado ha sido rotundo: una gran mayoría de italianos ha rechazado esas políticas de rigor que representaba Mario Monti.
Sumando los votos del centro derecha y los de Grillo, que ha hecho campaña contra Bruselas y Angela Merkel, el voto italiano envía un significativo mensaje al resto de Europa, sin olvidar que también en el centro izquierda, sobre todo su ala más radical, es muy dura la oposición a las políticas de austeridad de Merkel y Bruselas, impuestas en Italia por Monti. Podría decirse que en Italia ha ganado el partido antieuropeista. Alrededor de un 60 % de italianos se ha mostrado en contra de la línea marcada por Bruselas.
¿Cómo es posible que Berlusconi siga recibiendo tan alto grado de respaldo electoral?
Silvio Berlusconi, que había llevado a Italia al borde de la bancarrota, ha demostrado que su tiempo como primer ministro ha llegado a su fin. No era candidato del centro-derecha, por imposición de su aliado la Liga Norte, cuyas bases protestaban contra los escándalos del Cavaliere. Pero el exprimer ministro ha demostrado que su capacidad para comunicar con cierto sector del electorado es muy fuerte. Los italianos siguen votando a Berlusconi por estas razones: Il Cavaliere es un ilusionista, un gran vendedor, y sabe mejor que ningún otro político hacer una campaña electoral, algo que le reconocen todos sus adversarios.
En segundo lugar, ha contado con una gran ventaja: el profundo malestar de los italianos ante la profunda crisis, haciéndoles creer que ha sido el profesor Monti el verdadero culpable de la dramática situación que vive el país, cuando en realidad ésta es fruto de su incapacidad como gobernante. Ha prometido que devolverá a los italianos en dinero contante el impuesto que pagaron el pasado año por la casa. Ha vendido a los italianos que él bajará los impuestos, mientras Monti los ha subido y lo iba a seguir haciendo. A este respecto, el columnista y exdirector de La Stampa Marcelo Sorgi explica: “La propaganda de Berlusconi con su electorado es eficaz. Sus votantes todavía tienen una especial relación con él, al que consideran como una especie de gurú”. Por último, no se puede olvidar que Italia es socialmente y culturalmente un país con mayoría de derecha.
¿Por qué el resultado en la Cámara de diputados es distinto al del Senado?
Para el Senado solo pueden votar los italianos mayores de 25 años, mientras que a la Cámara pueden hacerlo a partir de los 18 años. El cómico Grillo ha recogido votos de todas las edades, pero los sondeos dicen que es con diferencia el primer partido entre los menores de 23 años. Tendencialmente, el resultado final del Senado es un voto, por razones de edad, más conservador que el de la Cámara de diputados.
¿Por qué el partido más votado, el centro izquierda, conseguirá mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, en qué consiste la bonificación?
El reparto de escaños es completamente diverso en ambas cámaras. En el Senado se distribuyen los escaños según los votos de las 20 regiones italianas, cada una de las cuales tiene una representación según su población. Esto obliga a que, para lograr la mayoría absoluta en el Senado, un partido o coalición debe ganar prácticamente en todas o en casi todas las regiones. En cambio, en la Cámara de diputados, la coalición que obtiene la mayoría de votos, aunque sea por una diferencia mínima, se lleva un premio o bonificación que le otorga hasta el 55 % de los escaños.
¿Qué Cámara o resultado es el más importante?
El sistema italiano es bicameral y las dos cámaras tienen el mismo poder legislativo, es decir, cualquier ley debe ser aprobada por ambas cámaras. De ahí que, aunque el centro-izquierda tenga una mayoría absoluta en la Cámara de diputados, y una mayoría relativa en el Senado, se habla de un gran riesgo de ingobernabilidad en Italia. En este país no se puede gobernar si no se tiene una mayoría clara en ambas cámaras.
¿Quién será el próximo primer ministro italiano?
El jefe del Estado suele encargar la formación de gobierno al líder de la mayoría de la Cámara de diputados, que en este caso es Pier Luigi Bersani, secretario político del Partido Democrático. Se presume que esa empresa será dificilísima. Hoy no se ve cómo formar una mayoría que dé estabilidad a Italia y al mismo tiempo presente una imagen de fiabilidad a Europa y a los mercados financieros.
¿Qué coaliciones son las esperadas o las más factibles?
Hoy se hacen muchas hipótesis. Ninguna es clara. Una de esas hipótesis es una coalición del PD, el PDL de Berlusconi y Monti, pero no guiada por Bersani, el vencedor de las elecciones por muy estrecho margen, sino por Giuliano Amato, economista de prestigio, una personalidad respetada en el interior y con buena imagen en Europa y en la Casa Blanca, porque ha sido primer ministro y varias veces ministro, siempre con eficacia de gobierno.
¿Cuándo llegará la estabilidad a Italia?
Con este resultado electoral es muy difícil, por no decir imposible, que haya estabilidad política en Italia. La culpa la tiene en gran medida una nefasta ley electoral, aprobada por el gobierno Berlusconi, y que los partidos políticos, después de infinitas discusiones, no lograron cambiar, a pesar de las presiones hechas por el jefe del Estado. En el fondo les era políticamente muy cómodo obtener una mayoría absoluta en la Cámara, con la facilidad que les da el premio o bonificación de llegar al 55 % de escaños a quien obtiene más votos. Pero lo que no se esperaban era el terremoto de Grillo, que les ha desbaratado a los partidos tradicionales todos sus planes de reparto de poder.
¿Podrían acabar repitiéndose los comicios?
Existe el 'síndrome griego', es decir, el riesgo de que se tenga que ir de nuevo rápidamente a las urnas. Se intentará de inmediato la formación de un gobierno para evitar esa posibilidad, que sería desastrosa para Italia y para la eurozona. Si se logra que se forme un nuevo gobierno, es probable que su principal objetivo sea la elaboración de una nueva ley electoral que permita un resultado que haga gobernable a Italia, evitando el nerviosismo en los mercados financieros. Una vez elaborada esa ley, seguramente se convoquen nuevas elecciones
¿A qué razones se atribuye el descenso en la participación en estas elecciones?
Italia siempre ha tenido una alta participación electoral, cosa que tradicionalmente se ha favorecido al tener abiertas las urnas durante el domingo y el lunes hasta las tres de la tarde. En esta ocasión, el porcentaje de afluencia a alas urnas ha sido del 75 %, cinco puntos menos que en las anteriores elecciones del 2008. Se trata por tanto de una participación importante, aunque con un notable descenso motivado por varias razones. Era la primera vez en la historia republicana de este país que se ha votado en invierno. El mal tiempo, con lluvia y nieve sobre todo en el norte, ha jugado sin duda un papel importante en el aumento de la abstención. Hay dos razones que explican la menor afluencia a las urnas, según el sociólogo Renato Mannheimer, director del Instituto de sondeos ISPO: “una estructural, debido al progresivo envejecimiento de la población y, en consecuencia, la mayor dificultad para un número creciente de personas de acercarse a las urnas, sobre todo con el mal tiempo”.
Pero la causa determinante del aumento del abstencionismo ha sido, en opinión de Mannheimer, “el desencanto de la gente con los partidos y los asuntos públicos en general, y al creciente desinterés y sobre todo desprecio hacia la política”. “Los repetidos escándalos –añade- que se han sucedido también en los últimos meses inevitablemente han alejado a potenciales electores de las urnas”. El analista Mannheimer asegura que la tendencia a la abstención ha sido “frenada” por la capacidad de atracción del Movimiento 5 Estrellas, que tiende a recoger y a atraer a los descontentos.