SEUL, Corea del Sur, a 21 de julio del 2013.- Hay un enmarañamiento. No solamente las ciudades producen el 40% de las emisiones totales de carbono sino que así mismo fueron hechas asumiendo que el clima era una costumbre.

Nuestros edificios están diseñados para la sequedad, por lo tanto se deterioran en presencia del agua.

En Alemania, este edificio fue el primero en tener una fachada "bio reactiva": tiene paneles con algas que producen energía y pueden refrescar el interior.

La arquitectura moderna ademas está diseñada para ser habitada solamente por personas, no otras formas de vida: por su naturaleza, no promueve biodiversidad.

Por esto, precisamos pensar en la arquitectura de una manera diferente. Necesitamos encontrar últimos estilos para construir edificios, así mismo inigualables procedimientos industriales.

Diseñadores y arquitectos ya están estimando estilos urbanos más ecológicos, fundamentalmente en términos de los procedimientos que se utilizan, con últimos materiales más fluidos que puedan reaccionar a las modificaciones en la demanda.

Un complejo de descanso en Marruecos. Las habitaciones son elevadas lo que le da la sensación al huésped de estar sobre el bosque y minimiza el impacto de la construcción en el suelo.

Por dechado, Paris Habitat, el más grande propietario de vivienda social en la capital francesa, está utilizando el calor del cuerpo humano recogido en el metro para calentar sus edificios.

Bioprocesos están dándole energía a edificios como el BIQ en Hamburgo, Alemania, con su fachada bioreactiva (con microalgas cultivadas en los elementos de vidrio se produce energía y controla la luz y sombra).

Hay ciudades imaginadas que desafían la permanencia de los materiales de construcción y su inercia. Analizando algo más, factiblemente nuestra prueba de las urbes modificará gracias a la realidad agigantada, esa reciente manera de ver a través de los teléfono inteligentes inteligentes o artificios como las gafas Google.

Pero precisamos una escala sin embargo más amplia de rumbos para que nuestras ciudades tomen la habilidad de reaccionar a retos potenciales, algunos permanentes, como la subida del nivel del mar y los patrones impredecibles del clima.

Fundé el Grupo Avatar (Advanced Virtual and Technological Architectural Research – Investigación Arquitectónica Virtual y Tecnológica Avanzada) en 2004 para explorar cómo las recientes tecnologías podían influir en la arquitectura.

Una pistas de aterrizaje de algas, usando algas marinas productoras de hidrógeno de manera que le permitan a las estructuras flotar.

Esas prometedoras eventualidades pueden llevar a hallar finalmente últimos materiales de construcción, fundamentalmente utilizando las biotecnologías que están emergiendo, y alcanzarían estimular la diversidad en el tipo de arquitectura que producimos.

Exploramos ámbitos tan variados como la biología sintética, teoría digital surrealista, cinema y animación, tipo interactivo y realidad mixta y agigantada para potenciar el tipo arquitectónico, urbano y paisajista.

En su texto “Después de la ciudad”, el diseñador Lars Lerup observa que los efectos tradicionales de la ciudad muy factiblemente son ya obsoletos.

Propone que la arquitectura y el papel de los arquitectos tiene que repensarse: las interacciones entre esos elementos dinámicos deben dar paso a una reciente manera de pensar sobre el tipo, en la que el empeño de un espacio particular pueda ser delimitado por la persona que lo está utilizando.

Efectivamente, a diario, la arquitectura vuelve a ser imaginada en todo el planeta. Está, por dechado, el puente Paik Nam June de Seúl, Corea del Sur, un audaz tipo que es demasiado más que un puente: abarca un parque, un medio comercial, espacios de partido y un museo. Paneles de energía solar en la parte superior de la estructura generará energía.

Conceptos como ese nos dejan ver a los puentes de una manera distinta, no solamente como un proceso para cruzar barreras naturales, sino como una reciente clase de estructura en la cual vivir y trabajar.

En vez de construir edificios con materiales inertes transportados de otras partes del planeta, hay gente explorando tecnologías que alcanzarían transformar un grupo de trascendencias en otras en el lugar de la obra.

Markus Kayser está transformando arena en vidrio utilizando una impresora solar 3D que enfoca los rayos del Sol para crear obsidiana o vidrio volcánico (que se puede utilizar en construcción).

Otros procedimientos transformativos abarcan los ladrillos de arenisca cultivados por la profesora de arquitectura estadounidense Ginger Krieg Dosier a partir de bacterias, arena, cloruro de calcio y urea.

Y no se trata de pensar solamente en las construcciones en la Tierra.

Phil Watson, Rachel Amstrong y Elizabeth Anne Williams están laborando en los estilos y criterios iniciales del Proyecto Perséfone, parte de la iniciativa Ícaro Interestelar que busca construir una nave interestelar tripulada en los siguientes cien años.

Perséfone desea crear un interior biológico sintético para la nave y para esto está laborando con cuadros en los campos de la ciencia, tecnología, arquitectura, tipo, arte, humanidades y ciencias sociales.

Los principios fundamentales del tipo muy factiblemente respaldarán no solamente a crear un criterio viable para la vida en el espacio sino que podría ser traducido en estilos y prototipos para lidiar con retos en la Tierra, como la escasez de procedimientos en las megaciudades.

Casas, parques, oficinas y hasta un museo en una estructura que cruzaría el río Han, cerca de Seúl, Corea del Sur.

Hay demasiados interrogantes en el proyecto, aunque si le colocamos topes a nuestro pensamiento, recortamos a la arquitectura y su habilidad de reaccionar a las vicisitudes de un mañana desafiante.

La arquitectura del siglo XXI está perfeccionando la teoría, las piezas e infraestructura que harán factible que la inmediata creación de arquitectos enfrente lo desconocido.

Usando últimos estilos de estilos, tecnologías y materiales muy factiblemente será factible librarse de las cadenas de los procedimientos de manufactura industrial como la fuerza motora del progreso humano. (Pueblo y Sociedad\UltimaHora.com)