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CARACAS, Venezuela, 21 de julio.- Venezuela «da por terminados los procesos» de acercamiento entre ese país y Estados Unidos tras la llamada telefónica de advertencia realizada por el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, sobre una eventual acogida del ex empleado de la Agencia Nacional de la Seguridad (NSA) Edward Snowden.
Aunque el Gobierno venezolano atribuye públicamente su reacción a unas palabras pronunciadas el miércoles en una comisión del Senado estadounidense por Samantha Power, nominada para ocupar el puesto de embajadora ante la ONU, el enfado de Caracas cabe atribuirlo especialmente a la llamada hecha por Kerry al canciller venezolano, Elías Jaua, la semana pasada.
La publicación el jueves pasado por ABC de las amenazas privadas que habría trasladado Kerry a Jaua dejó en una incómoda situación al Gobierno de Venezuela, que no desea aparecer como regañado o presionado por EE.UU., por lo que entonces comenzó a criticar con dureza al Departamento de Estado en la persona de Power. Esta había afirmado que se comprometía a «luchar contra la represión a la sociedad civil» en países como Cuba y Venezuela.
El Departamento de Estado quiso rebajar la tensión el viernes, y oficialmente desmintió la información desvelada por ese diario, pero el Gobierno de Maduro anunció a última hora que rompía el proceso de acercamiento emprendido. Este paso parece desmedido como reacción a un par de palabras que Power, que aún no ha sido confirmada embajadora, pronunció en una comisión.
Fuentes gubernamentales estadounidenses insisten en que EE.UU. está aplicando represalias, en relación al «caso Snowden», contra altos funcionarios y empresarios chavistas revocando sus visados de entrada al país. El proceso ya comenzó con antelación, pero se ha intensificado ahora a raíz de la intención expresada por Maduro de acoger a Snowden. Esas fuentes también ratificaron, a pesar del desmentido de portavoces del Departamento de Estado, que Kerry puso sobre la mesa amenazas concretas, como sanciones para dejar de vender gasolina al país caribeño.
Curiosamente, en su comunicado del viernes por la noche, el Ministerio de Exteriores venezolano destacaba el tono positivo del encuentro que Kerry y Jaua mantuvieron en junio, pero no hacía referencia a la conversación mantenida el viernes 12. Lo normal es que si el tono hubiera sido igualmente positivo, el comunicado también lo hubiera mencionado, como para destacar aún más la «sorpresa» por la intervención de Power en el Senado.
El comunicado exigía a EE.UU. «practicar el respeto mutuo y el reconocimiento absoluto y total de los principios de soberanía y autodeterminación». «La República Bolivariana de Venezuela jamás aceptará injerencias de ningún tipo en sus asuntos internos», añadía.
No está claro si el hecho de que ahora el Gobierno venezolano dé por roto el proceso para regularizar las relaciones diplomáticas mutuas, supone un indicio de que Maduro se dispone realmente a consumar el asilo a Snowden, cuando se resuelva el problema de logística del viaje desde Rusia. También cabe interpretar el gesto como el deseo de evitar que la no llegada de Snowden se interprete como un doblegamiento de Maduro ante las amenazas de Washington.
"Aquí ni somos ni seremos patio trasero de nadie (...) Mi política es tolerancia cero a las agresiones de los gringos contra Venezuela", dijo Nicolás Maduro.
Mientras, las maltrechas relaciones con Estados Unidos seguirán así e incluso podrían deteriorarse aún más en los próximos meses.
Al menos esto es lo que puede esperarse luego de que hoy el Presidente Nicolás Maduro no sólo confirmase su decisión de suspender los contactos iniciados con Washington, para precisamente normalizar los vínculos bilaterales, en respuesta a las declaraciones que la candidata a embajadora de ese país ante las Naciones Unidas, Samantha Power, dio sobre Venezuela; sino además por su advertencia de que "no voy a calarme una agresión más".
"Doy por terminadas todas las conversaciones iniciadas en Guatemala con (el secretario de Estado de Estados Unidos) John Kerry", anunció el Mandatario desde el Centro de Adiestramiento para el Combate de la Fuerza Armada Nacional, ubicado en El Pao (Cojedes), a donde acudió para ascender a los jefes de las distintas regionales de Defensa Integral (REDI).
Tras asegurar que Power se "volvió loca" cuando durante su sesión de confirmación ante el Congreso estadounidense dijo que "vigilaría y dejaría en claro la represión a las organizaciones civiles", Maduro afirmó: "Aquí ni somos ni seremos patio trasero de nadie (...) Mi política es tolerancia 0 a las agresiones de los gringos contra Venezuela".
Sin embargo, el Mandatario no aclaró si esta decisión implicará la vuelta o suspensión de las labores del encargado de negocios en la Embajada en Washington, Calixto Ortega, a quien al nombrarlo en abril pasado le encomendó la tarea de "incrementar el diálogo" con los funcionarios del país norteamericano.
Acompañado por el Alto Mando Militar y por el presidente de la Asamblea Nacional, diputado Diosdado Cabello, quien acudió vestido "correctamente" de combatiente, el Mandatario confirmó también que el Secretario de Estado llamó por teléfono en varias ocasiones al canciller Elías Jaua, luego de que el Gobierno le ofrecía asilo al exagente de inteligencia estadounidense Edward Snowden, quien permanece desde hace semanas en la zona internacional de un aeropuerto en Moscú (Rusia) en busca de refugio que le permita evadir a la justicia de su país, la cual lo busca por revelar que los servicios secretos utilizaban redes sociales para espiar.
"Recientemente Kerry estuvo 15 días llamando a Jaua. Yo le dije: hablé con él; y con mucha firmeza Jaua le dijo: si usted está llamando para presionar por el caso Snowden, nosotros somos impresionables", soltó, aunque seguidamente se dio cuenta de su error: "¿No se dice así, verdad? Bueno no somos presionables".
Maduro no descartó que funcionarios norteamericanos comiencen a contactar a uniformados y por ello llamó a los oficiales a "tener la dignidad suficiente para responderles, porque ellos se creen superiores".
Asimismo, el Gobierno venezolano envió a la embajada estadounidense en esta capital una nota de protesta en la cual expresa su repudio a las declaraciones injerencistas de la aspirante a embajadora del país norteño ante Naciones Unidas (ONU), Samantha Power.
Así lo informó el ministro Relaciones Exteriores, Elías Jaua, durante los actos de celebración del aniversario 34 de la Revolución Sandinista, efectuados en la Casa Amarilla Antonio José de Sucre, sede de la Cancillería venezolana.
Enviamos una nota de protesta, donde reclamamos si existe alguna voluntad del Gobierno estadounidense en restablecer las buenas relaciones con Venezuela, como lo expresó el secretario de Estado, John Kerry, en Guatemala, dijo Jaua al recordar el encuentro que sostuvo en junio con el titular norteamericano para normalizar los vínculos.
El Presidente venezolano, Nicolás Maduro, rechazó las “declaraciones infames” de Samantha Power (en la foto) y exigió a Washington una “rectificación inmediata”.
El Departamento de Estado estadounidense expresó este viernes su apoyo a las críticas sobre Venezuela realizadas por Samantha Power, nominada para ser embajadora de Washington ante la ONU, y denunciada por Caracas, informó una portavoz.
“La apoyamos completamente”, dijo la portavoz Marie Harf a periodistas.
“Cuando se trata de Venezuela, continuaremos expresando nuestro firme apoyo en el fortalecimiento de las instituciones democráticas, respeto a la libertad de expresión, protección de la sociedad civil y mejoramiento del diálogo interno”, afirmó la portavoz.
Power, nominada por la Casa Blanca para ser su embajadora ante la ONU, dijo el miércoles ante el Senado que, de ser confirmada, luchará contra la “represión” que a su juicio se registra en Venezuela, Cuba, Irán y Rusia.
El Presidente venezolano, Nicolás Maduro, rechazó las “declaraciones infames” de Power y exigió a Washington una “rectificación inmediata”.
“Sale esta embajadora recién designada, Samantha Power, a declarar contra nuestro país, a arremeter contra nuestra patria”, dijo Maduro, señalando que no es posible “creer más en un gobierno imperial como el de Estados Unidos”. (Agencias)