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BRUSELAS, Bélgica, 21 de julio.- El séptimo Rey de Bélgica, Felipe, ha prestado juramento esta mañana ante el Parlamento nacional, asumiendo el cargo de su padre, Alberto II, quien decidió abdicar luego de 20 años de reinado.
Felipe juró la Constitución de Bélgica, tras la abdicación de su padre, Alberto II.
Se convirtió en el nuevo Jefe de Estado y Rey de los belgas, durante una ceremonia que tuvo lugar en el Parlamento del país.
Miles de personas se han reunido en la región donde se sitúan el Palacio Real de Bruselas y el Parlamento belga con banderas del país -negro, amarillo y rojo- para ver pasar a la antigua pareja real, Alberto II y Paola, y a los nuevos reyes, Felipe y Matilde.
Desde su automóvil descapotable -el mismo utilizado el día de su boda, en 1999-, la pareja real ha saludado el público que le aclamaba con gritos de "Viva el rey".
La investidura de Felipe fue acompañada por todo el gobierno belga y la familia real al completo, incluyendo sus cuatro hijos: Elisabeth, la nueva heredera de la Corona, Gabriel, Emmanuel y Elénonore. Estuvieron también presentes sus hermanos, el Príncipe Lorenzo, y la princesa Astrid, así como la Reina Fabiola, viuda del fallecido Rey Balduino, tío de Felipe.
La investidura de Felipe fue acompañada por todo el gobierno belga y la familia real al completo.
En su discurso de investidura, el nuevo monarca prometió dar "un nuevo impulso a este país", que el próximo año celebra unas elecciones legislativas en las que se pronostica un nuevo avance de los nacionalistas flamencos.
Los nuevos reyes, Felipe y Matilde.
Mediar la formación de un gobierno nacional en dicho contexto será el primer desafío de Felipe.
"La riqueza de nuestro país y de nuestro sistema institucional reside principalmente en que hacemos de nuestras diferencias una fuerza", afirmó el rey.
Estoy convencido de que la cooperación entre el Estado federal, las Comunidades y las Regiones se realizará para el mayor beneficio de nuestros ciudadanos y nuestras empresas, agregó.
Emocionada, la reina Matilde ha secado las lágrimas en repetidas ocasiones.
La ceremonia concluyo con el himno nacional belga, y luego la pareja real firmó el libro de invitados del Parlamento y se ha dirigido al balcón del edificio para saludar al pueblo.
El primer acto oficial de Felipe como rey será comandar, hoy mismo, las celebraciones de la fiesta nacional belga, marcadas por un desfile de la guardia real y de los 1.5 mil efectivos y 400 veteranos del ejército nacional.
El nuevo monarca rendirá homenaje al soldado desconocido y participará de los espectáculos de fuegos artificiales y multimedia previstos para despedir a Alberto II en la plaza del Palacio de la Academia.
Alberto II abdicó hoy en favor de su primogénito, Felipe, duque de Brabante.
El Rey Alberto firmó el acta de abdicación de su reinado a las 09:45 GMT en presencia del príncipe heredero, así como del primer ministro, el socialista Elio di Rupo, y de la ministra de Justicia, Annemie Turtelboom.
Igualmente firmaron el documento el resto de los miembros del Gobierno, al igual que los altos representantes del poder Legislativo y Judicial del país.
"Felipe, tienes todas las calidades de corazón e inteligencia para servir bien a nuestro país en estas nuevas responsabilidades", dijo Alberto de Sajonia-Coburgo en un breve discurso que pronunció primero en neerlandés, siguió en francés y concluyó en alemán, los tres idiomas oficiales del país.
Alberto II, el segundo monarca europeo en presentar su renuncia al trono después de que en abril pasado lo hiciera Beatriz de Holanda, conserva el título de rey de forma honorífica.
"Tu madre y yo, te deseamos de todo corazón que tengas éxito en esta tarea, para la que estás bien preparado", dijo Alberto II al duque de Brabante, título oficial del heredero de la corona belga.
"A la reina Paola, que me ha apoyado constantemente en mi tarea a lo largo de estos veinte años, solo quiero decirle gracias. Un beso grande" , dijo el rey Alberto a su esposa, que emocionada, dejó escapar unas lágrimas, y recibió el apoyo de la todavía princesa Matilde, que la tomó del brazo.
El rey Alberto reiteró de nuevo su agradecimiento a las autoridades del país y a los ciudadanos, y en especial al primer ministro Di Rupo, de quien dijo que "aceptó y ha tenido éxito en la difícil misión de formar este Gobierno".
Alberto II también felicitó a los presidentes de los ocho partidos políticos que junto al primer ministro han acometido la sexta reforma del Estado federal, al tiempo que reiteró su petición, hecha también el sábado durante su discurso a la nación, de "mantener la cohesión del estado federal".
"Bélgica se moderniza y me congratulo", dijo el monarca saliente, que también saludó el papel de las asambleas parlamentarias, sin las que -dijo- "no hay democracia digna de ese nombre", y añadió: "Lo mismo digo sobre la libertad de prensa, que hay que cuidar a todo precio".
De nuevo reiteró la vocación europeísta de Bélgica, al señalar a sus conciudadanos uno de los símbolos oficiales de la Unión Europea (UE), que es el lema de "unidad en la diversidad" , válido para los belgas y para los europeos.
El primer ministro agradeció en los tres idiomas del país al rey: "Por todo lo que usted ha hecho y por haber sido un gran jefe de Estado. Con la cabeza alta y los deberes perfectamente hechos, Señor, usted pasa la página. Le agradezco su generosidad, su atención a los ciudadanos, también por el respeto de que habéis hecho prueba hacia los políticos". (Agencias)