CARACAS, Venezuela/BOGOTA, Colombia, 22 de julio.- Después de las recientes diferencias políticas que los gobiernos de Colombia y Venezuela tuvieron estos últimos meses, sus presidentes se reunirán para superar las asperezas que no sólo los distancia políticamente sino también en sus relaciones económicas, muy importantes en la última década.

El Mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, llegará hoy a la localidad de Puerto Ayacucho, en la Amazonia venezolana, donde lo recibirá Nicolás Maduro, quien lo había criticado duramente cuando en mayo recibió al opositor Henrique Capriles en Bogotá.

El Mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, llegará hoy a la localidad de Puerto Ayacucho, en la Amazonia venezolana, donde lo recibirá Nicolás Maduro.

Esa visita en la que Capriles buscaba apoyos para sus denuncias de fraude en Venezuela provocó la dura reacción de todo el chavismo, con Maduro a la cabeza. El encuentro fue leído como una “patada en la mesa” a las relaciones bilaterales, en medio de las negociaciones del gobierno de Colombia con las FARC, auspiciado desde Caracas.

“Hay gente de la Derecha venezolana viajando a países de América Latina y Estados Unidos para sabotear a la economía, el abastecimiento, para contratar sicarios que vengan a matar en ciudades principales”, dijo Maduro no bien se enteró de la reunión entre Santos y Capriles.

Luego denunció que desde Colombia “se conspira contra su gobierno”, que el líder opositor “buscó ayuda para derrocarlo” y que existe “un plan para envenenarlo”. Además, Maduro acusó a Santos de haber violado los acuerdos del 2010, en Santa Marta, cuando el Mandatario colombiano acordó con el ex presidente Hugo Chávez “respetar los procesos políticos internos” de los dos países.

Santos había sido el único gobernante en recibir a Capriles hasta que el viernes pasado hizo lo mismo el de Chile, Sebastián Piñera. El Mandatario se cuidó, sin embargo, de no recibirlo en el Palacio de la Moneda y optó por una casa particular, ni siquiera la suya.

“Me reuniré con el Presidente Maduro, y estoy seguro de que como con su antecesor (por Chávez) vamos a consolidar una relación respetuosa y fructífera entre nuestros dos países”, dijo Santos el sábado adelantándose a las preguntas de los periodistas.

El martes pasado, al confirmar su encuentro con Santos, Maduro dijo que esperaba recomponer las relaciones y que en ello ponía su “mejor voluntad”. “Será una reunión de trabajo donde nosotros vamos con la mejor buena fe, vamos con la voluntad chavista del amor por Colombia, porque nosotros aprendimos a amar verdaderamente a Colombia como concepto, como pueblo, como sueño, con Chávez”, indicó Maduro.

“Creemos en la convivencia de hermanos, en la coexistencia pacífica de distintos modelos y vamos a conversar con el presidente Juan Manuel Santos y, ojalá, a restablecer las reglas del juego, las reglas de relacionamiento en base al respeto para la prosperidad de nuestros dos pueblos”, indicó ese día.

A lo largo de su historia, Colombia y Venezuela tuvieron difíciles relaciones, llegando incluso a una breve ruptura, entre julio del 2009 y agosto del 2010, por un enfrentamiento de los ex presidentes, Alvaro Uribe y Hugo Chávez.

Esa misma línea siguieron los vínculos comerciales, que recompusieron relaciones precisamente para poder reconstruir un vínculo comercial que se acercó a los 8,000 millones de dólares antes de aquella ruptura. A pesar de la recomposición de lazos, los números no volvieron a ser los mismos: el año pasado la balanza entre los dos países fue de 2,800 millones.

Precisamente en la reunión de hoy, Colombia hará un planteo por pagos atrasados de varios millones de dólares, que Venezuela prometió pagar en plazos.

Maduro también informó que en la reunión tocará aspectos de la agenda bilateral, como la persecución a mafias del contrabando en la frontera común y, según sostuvo José Vicente Rangel, quien fue ministro de Defensa, de Exteriores y ex vice de Chávez, también sobre “un nuevo plan golpista”.

Rangel ratificó ayer las denuncias de que un sector de la oposición a Maduro compró 18 aviones para derrocarlo y que 5 de ellos ya se encuentran en bases militares que EE.UU. tiene en Colombia. Este planteo no será gratuito en la reunión de hoy porque pretende la autorización para la intervención de la inteligencia venezolana. (AFP/DPA/EFE)