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BANGKOK, Malasia, 14 de agosto.- La Corte de Apelaciones de Malasia ratificó hoy la pena de muerte en la horca para los tres mexicanos José Regino, Luis y Simón González Villarreal, condenados hace dos años por el delito de narcotráfico.
Luego de la ratificación de sentencia, cabizbajos, los hermanos González Villarreal salieron de la Corte para regresar a prisión, ahora a la merced de la Suprema Corte de Malasia, ante la que podrían presentar un recurso, y su última oportunidad de librar el patíbulo es pedir el perdón del sultán de este país predominantemente musulmán.
Por unanimidad, los tres jueces de la Corte consideraron improcedente el recurso de apelación de los hermanos González Villarreal, detenidos desde el 4 de marzo del 2008.
Cabizbajos, los hermanos González Villarreal salieron de la Corte para regresar a prisión, ahora a la merced de la Suprema Corte de Malasia, ante la que podrían presentar un recurso, y su última oportunidad de librar el patíbulo es pedir el perdón del sultán de este país predominantemente musulmán.
Sin embargo, la mayoría de estos casos, cuando se desisten, es en la Corte de Apelaciones, no así en la Suprema Corte y mucho menos con el perdón del sultán.
Hasta le fecha no hay registro de que el sultán haya indultado a una persona acusada de narcotráfico.
En la actualidad, en Malasia hay una lista de espera de 800 personas condenadas a ser ejecutadas en la horca.
El Tribunal de Apelaciones de Malasia confirmó la sentencia a morir en la horca para los tres hermanos mexicanos González Villarreal, condenados hace dos años por un delito de narcotráfico.
Tras este fallo, José Regino, Luis y Simón González Villarreal pasarán un año en la zona de muerte en la cárcel Penjara Kajang, donde están recluidos.
Así, el Tribunal de Apelaciones de Malasia confirmó hoy la sentencia a morir en la horca para los tres hermanos mexicanos González Villarreal, condenados hace dos años por un delito de narcotráfico.
Los tres magistrados de la Corte rechazaron la apelación de los los hermanos Luis Alfonso, Simón y José Regino, a quienes sólo les queda apelar al Tribunal Federal y, por último, solicitar el perdón real para escapar a la pena capital.
"Desgraciadamente, han rechazado la petición, vamos a presentar cuanto antes una apelación ante el Tribunal Federal", manifestó por teléfono el abogado de los hermanos mexicano, Kitson Foong.
Los mexicanos fueron detenidos el 4 de marzo del 2008 en una redada realizada por la Policía malaya en la ciudad de Johor, junto a un ciudadano malayo y otro singapurés, que también están condenados a muerte.
El letrado no consiguió convencer al tribunal de que los hermanos sólo se encargaban de las tareas de limpieza y que fueron detenidos en la parte exterior de la nave donde los agentes encontraron 29 kilogramos de metanfetamina, una alijo valorado en 15 millones de dólares.
Sin embargo, el fiscal alegó que se encontraron restos de droga en las ropas y las manos de los acusados.
Una forma de escapar a la pena capital es que la justicia malaya sustituya los cargos de narcotráfico por los de posesión de narcóticos, lo que les conmutaría la pena por una larga estancia en la cárcel y un castigo aplicado con azotes en las nalgas.
El abogado de los mexicanos González Villarreal también alega que un tercio de las metanfetaminas desaparecieron mientras eran custodiadas por la Policía, lo que debería suponer, en su opinión, la anulación del proceso judicial por una vulneración de los derechos fundamentales de sus clientes.
Aunque Sinaloa es conocida por acoger uno de los mayores cárteles de la droga, los hermanos mexicanos no tienen antecedentes penales y crecieron en una familia humilde de siete hermanos, de los que el menor murió en un robo. (Agencias)