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MEXICO, D.F., 10 de diciembre.- Jenni Rivera es 12 veces más rica que cuando murió, al día de hoy la fortuna de la intérprete de Mariposa de Barrio es de 300 millones de dólares.
Hace dos años el avión en el que la Diva de la Banda viajaba se estrelló en Nuevo León a las afueras de un rancho. Allí sus restos mortales fueron recuperados y su andar, después de homenajes, velorios y despedidas, terminó en un cementerio de Long Beach, California, en donde sus hijos la visitan con frecuencia y le recuerdan.
En aquella aeronave viajaba con Arturo Rivera Saavedra, Mario Macías, Jacob Llenares, Gerardo N. y los dos pilotos. Jenni Dolores Rivera Saavedra tenía 43 años y una fortuna de 25 millones de dólares.
Con cinco hijos, la cantante disfrutaba de un momento lleno de éxitos, presentaciones y el amor de sus fanáticos. Y es que la californiana era coach de *La Voz México, programa que tuvo que sufrir modificaciones luego de su repentino deceso.
Lejos de que el éxito de la cantante se esfumara luego de su muerte, su fortuna, legado y los escándalos siguen presentes de la mano de sus deudos.
No sólo la familia pelea, amigos también le entran a las demandas así como el viudo que se siente ofendido por la pérdida de sus ingresos, ganancias y la compañía. El ex beisbolista tiene una fortuna de 30 millones de dólares.
La marca de La Gran Señora, ahora es manejada por la familia, destaca Rosy Rivera, hermana de la cantante, quien es la apoderada legal de todos sus negocios, incluida la empresa que lleva su nombre y cuyo valor es de más de 25 millones de dólares.
Juan Rivera presentó en julio de este año un documental en dónde se muestran los inicios de la empresaria.
Su hija mayor Chiquis Rivera sigue sus pasos en la música. Sus fanáticos aún la recuerdan.
A dos años de su muerte, los libros, cd's y filmes sobre ella se venden bien.
En el 2012, la Diva de la Banda acumulaba una fortuna de 25 millones de dólares gracias a su empresa Jenny Rivera Enterprelse. Hoy, tan sólo dos años después de su fallecimiento, su fortuna asciende a 300 millones de dólares, producto de la administración de la familia sobre los bienes donde se incluyen libros, discos inéditos, perfumes, ropa y hasta un tequila de La Gran Señora, con su imagen sosteniendo un sombrero negro.
En vida, la cantante habitó con su familia una mansión en Encino, California, con un costo de poco más de 3 millones de dólares (que compró en del 2008); sin embargo, tras su muerte el hogar pasó a estar en venta con un costo de más de 4 millones de dólares.
En la industria editorial, su biografía Inquebrantable tuvo gran éxito, pues tras salir a la venta en el 2013 (pocos meses después de su muerte), vendió más de 19 mil copias en su primera semana en Estados Unidos.
Los Billboard Latino 2013 fueron también proyección de su éxito post mortem, pues "la magia de la música y el poder del público que no la dejaban ir” (como se dijo en el evento) la consagraron con seis premios. Fueron sus padres y sus hijas quienes recibieron los galardones.
Jenni también fue imagen de una línea de perfumes con tres fragancias y del mismo modo actuó en el filme Filly Brown, que con una inversión de 427 mil dólares, recuperó un total de dos millones 833 mil dólares.
El empresario y productor discográfico Pedro Rivera señaló que ha sido difícil para toda la familia la ausencia de su hija Jenni, fallecida hace dos años en un accidente aéreo, y quien más ha sufrido esa pérdida es su esposa, doña Rosa.
En entrevista telefónica desde Miami, Florida, en donde graba un nuevo disco, don Pedro comentó con suma tristeza: “Cómo olvidar a un ser querido como ella, su sonrisa, sus llamadas telefónicas en la noches y todo lo que envuelve su recuerdo” .
Jenni Rivera perdió la vida el 9 de diciembre del 2012, cuando tras una presentación en Monterrey, Nuevo León, su avión se precipitó aparentemente por una falla mecánica.
Al preguntarle de qué manera se llena el vacío ante la pérdida de una hija, dijo que es sumamente difícil borrar de la memoria a un ser querido.
“Es algo difícil vivir con un hecho como el que nos pegó a la familia Rivera, puede ser que de pronto nuestras actividades nos lleve a no pensar mucho en ello, las cargas de trabajo nos hacen no pensar mucho en ello, pero al final caemos en el recuerdo”, comentó.
“Sin embargo, cómo le podemos hacer cuando al final de la jornada y al acabar de cantar o de grabar la soledad nos embarga, de repente es cuando entra la pena y nos ponemos a hacer otras cosas para mitigar el sufrimiento”.
Es así, dijo Pedro Rivera, que su esposa Rosa, quien no puede conciliar la pérdida, “la que sufre es ella, pues no tiene tanta actividad como el resto de la familia y me imagino que no puede dejar de pensar en Jenni, sufre en silenció su ausencia".
“Mi esposa sufre, se le nota en el rostro, en sus acciones en todo lo que dice sobre ella. El hecho de estar menos ocupada no le da tregua”, comentó.
Respecto a las actividades para seguir recordando a Jenni, informó que está pendiente un disco con mariachi, pues mucha gente desconoce los inicios de ella como cantante y está por salir un material que se titula: Somos Rivera. (El Universal con información de Notimex)