A dos años de la muerte de Jenni Rivera, amigos y familiares de la cantante manejan su emporio de 300 millones de dólares. (Fotos El Universal)

Jenni Rivera se convirtió en una de las más grandes estrellas de la música mexicana. En 1992 hizo su debut discográfico, pero fue hasta el 2000 cuando llegó la consagración discográfica con su éxito Las Malandrinas.

Un año más tarde, lanzó su disco Déjate Amar, logrando sorprender a la industria de la música y a sus admiradores, con su canción Mi querida socia, que la ubicó en tiempo récord en los primeros lugares de popularidad.

En el 2005 lanzó una nueva producción llamada Parrandera, rebelde y atrevida, que la mantuvo como una de las principales exponentes en su género. Y en el 2006 fue nominada a los premios Billboard.

El 20 de enero del 2007 presentó Mi vida loca, noveno álbum de estudio de su carrera. Este disco se caracterizó por describir con música su autobiografía, que la definió no sólo como artista, sino como mujer y madre.

En del 2010 se convirtió en la primera exponente del género grupero en formar parte de las actividades alternas del Super Bowl al actuar en el Verizon Center de Washington, D.C.

Desde mediados del 2011 comenzó la grabación de su más reciente disco Joyas prestadas, haciendo historia al lanzar por primera vez dos discos con el mismo título pero en diferente género musical.

El 14 de mayo del 2012 confirmó su participación como coach en la segunda temporada de La voz... México, al lado de Paulina Rubio, Miguel Bosé y Beto Cuevas.

La cantante siempre se caracterizó por ser una buena amiga y compañera. (Foto Twitter)

La cantante de banda siempre se dio un tiempo para visitar a sus seguidores. (Foto Time)