759 palabras
Tulum, Quintana Roo, 22 de septiembre de 2010.- Año con año las tortugas marinas dibujan su pesada estela sobre la arena que se extiende frente a la zona arqueológica de Tulum, Quintana Roo, señal de que están prontas a desovar y de que días más tarde cientos de crías se internarán en las saladas aguas marinas, y aunque se trata de un acto innato, estos pequeños quelonios reciben desde hace un lustro el amparo de personal del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta).
Cada año, entre junio y octubre, se da el periodo de anidación de las tortugas caguama (Caretta caretta) y verde o blanca (Chelonia mydas) a lo largo de los 200 metros de playa del sitio arqueológico, sin embargo, debido a que ambas especies están en peligro de extinción, algunas nidadas son removidas y trasladadas a un área restringida de 40 metros donde su incubación se logra en óptimas condiciones.
En la zona arqueológica de Tulum una pequeña caleta constituye el área de protección, allí se coloca una malla para evitar que fauna local, como el mapache y el tejón, devoren los huevos de las tortugas. Tras vigilar el área durante un lapso de 40 a 60 días, las crías rompen el cascarón y un par de horas después parten rumbo al mar, procurando que esto suceda durante la noche y la madrugada para evitar que el sol las dañe.
De acuerdo con Darwin Carabeo, encargado de la zona arqueológica en 2010 se han registrado 13 nidos de tortuga y los huevos de ocho de ellos ya se abrieron. El resultado: 350 crías, entre 60 y 80 son caguama, y el resto, verde o blanca; mismas que ya se sumergieron en las cristalinas aguas del Caribe mexicano.
En los últimos cinco años, personal de mantenimiento y custodia del sitio prehispánico fue capacitado por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp); en julio pasado 25 trabajadores recibieron un curso-taller sobre Manejo y conservación de tortugas marinas, por parte de los biólogos Iñaki Iturbe Darkistade y Perla García de la Cruz.
Tan sólo en 2009 se calcula que un millar de nidos de tortugas fueron depositados en los ocho kilómetros de costa del Parque Nacional Tulum (en la parte centro-norte de Quintana Roo), donde se sitúa la zona arqueológica maya.
Estas nidadas son vigiladas por la Conanp y algunas asociaciones civiles, entre ellas, Amigos de Sian Ka'an, además de Flora, Fauna y Cultura de México, que pertenece al Grupo Xcaret. Por su parte, el INAH pone su ‘grano de arena' a través de la supervisión del área territorial que le compete.
Cabe mencionar que ambas especies, la caguama (Caretta caretta) y la verde o blanca (Chelonia mydas), están en peligro de extinción, de ahí la importancia de protegerlas.
"Existen muchas asociaciones civiles y gubernamentales involucradas en la conservación de la tortuga marina. Años atrás su depredación era común pero esto ha cambiado, ahora existe una mayor vigilancia y una mayor educación ambiental, particularmente en esta franja costera de Quintana Roo".
"La extinción de estas especies también se debe a que muy pocas sobreviven ya internadas en el mar, en promedio de cada 100 tortugas sólo una sobrevive, y es la que regresa a la playa en que fue anidada", concluyó Darwin Carabeo. Boletín del INAH.