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Renán Guillermo González, Director General del Instituto de Cultura de Yucatán, manifestó que no son ciertas las afirmaciones de Francisco Solís Peón en cuanto a que lo censuraron e impidieron dirigir el mensaje en el homenaje luctuoso realizado anualmente a Antonio Mediz Bolio, toda vez que jamás le fue enviado discurso alguno, ni le hicieron llamada alguna al respecto para abordar el tema y que, incluso, la madre de Francisco, doña Josefina Peón Mediz, le solicitó quince pases para el evento, lo que hizo más extraña su inasistencia y las declaraciones de Solís Peón a los medios, realizadas por motivos que dijo ignorar.
Indicó que, fue precisamente el Instituto de Cultura de Yucatán, durante esta administración, la instancia que hizo notar que no era correcto que el homenaje a uno de los más destacados exponentes de la literatura de nuestro estado, se llevara a cabo "en un parquecito", sino que fue quien propuso que el evento tuviera como sede el teatro Peón Contreras.
Agregó que le causaron mucha extrañeza las declaraciones de Solís Peón afirmando que "fue censurado" por haber dedicado su mensaje a Hansel Vargas y por abordar la temática de la libertad de expresión, toda vez que, a su juicio, se trata de un detalle realmente irrelevante, amén de que coincide en que la creación artística sólo es posible en un ámbito de libertad.
Expresó que, ante tales imputaciones, indagó entre las diversas áreas y personal a su cargo si alguien había recibido el discurso de Solís Peón o alguna llamada suya, requiriéndole al respecto y, la respuesta que obtuvo fue completamente negativa.
Invitó a Solís Peón a exhibir pruebas de su dicho, recalcando que si tiene pruebas de haberle hecho llegar el texto vía correo electrónico o de haberle llamado a su teléfono celular, está dispuesto a ofrecer una disculpa pública. Insistió en que, todo envío de correo electrónico es rastreable e identificable, al igual que las llamadas emitidas desde cualquier teléfono fijo o móvil.
Reiteró que, en lo personal, no tiene motivo alguno de animadversión contra Solís Peón, del que se dijo amigo, ni contra su familia, a la que aseguró estimar y consideró que las apreciaciones de Solís Peón tuvieron como base la influencia de Oscar Sauri, interesado en generarle problemas, tal y como se suscitó anteriormente.
Manifestó que, en absoluto motivaron la exclusión de Solís Peón el adeudo del gobierno del estado en cuanto a los derechos de autor ni la dedicatoria del texto y que, si nombraron a Salvador Camino Mediz para dirigir las palabras en el homenaje, fue debido a que éste, desde hace tres años, solicitó la oportunidad de hacerlo y, dada su calidad de descendiente del homenajeado (?) y la falta de noticias de Solís Peón —quien venía haciéndolo tradicionalmente— se determinó brindarle la ocasión requerida. Cuestionado en cuanto a cómo fue que no averiguaron el motivo del silencio de Solís Peón y su familia, respondió que debido a la carga de trabajo de las áreas, consecuencia de los festejos del bicentenario, su necesidad de encabezar la delegación yucateca que acudió a la capital para festejar la efeméride y la solicitud de quince boletos proveniente de la madre de Solís Peón, no supuso la existencia de inconformidad o molestia alguna.
Concluyó solicitando a Solís Peón contactarse directamente con él, para cualquier aclaración pertinente, recalcando su disposición a ofrecer una pública satisfacción si fuera el caso, toda vez que estimó el incidente ocurrido en los medios, un malentendido.