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Mérida, Yucatán, 28 de septiembre de 2010.- En nuestro país la diabetes es una de las enfermedades crónico-degenerativas con mayor recurrencia entre la población; los niños no son la excepción; frente a ésta situación el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Delegación Yucatán, a través del área de Nutrición y Dietética, da a conocer que sólo 20 por ciento de los niños diabéticos entre los ocho años de edad, llevan una alimentación correcta.
Los pequeños que padecen diabetes, enfrentan los mismos desafíos alimenticios que los adultos, principalmente el de mantener hábitos saludables, tarea que en la mayoría de las veces resulta difícil, por las antojos presentes en todo momento del día como son los dulces, chocolates y refrescos, entre otros.
Lo primordial es controlar esta enfermedad en los niños; ello se logra con un plan de alimentación que puede variar de acuerdo a las características de cada pequeño. El IMSS ofrece a todo derechohabiente un plan que se elabora en coordinación con su médico familiar y el nutriólogo, conteniendo las especificaciones que deben de seguirse, para mejorar la calidad de vida de los infantes.
Los niños con diabetes necesitan comidas que contribuyan a tener una buena salud, un crecimiento normal y un peso saludable; así como un balance de consumo de carbohidratos: carne, huevo, legumbres, pan, papas; la leche también pertenece a éste grupo y se recomienda a los niños que padecen esta enfermedad, ingieran leche semidescremada.
En el caso de las frutas con alto contenido de azúcar (fructosa), se recomienda que sea moderado su consumo, en el caso especial del mango y el plátano, todo con el fin de mantener sus niveles de azúcar en la sangre bajo control.
La comida que ingieran los niños debe mantener un rango saludable en los niveles de lípidos o grasas en la sangre (como colesterol y triglicéridos). Lo ideal es no proveer al niño diabético con productos lights como leche, jugos, azúcar, refrescos, entre otros muchos; alimentos que contengan fibra (pan, cereales, manzana), el frijol, la tortilla, el pan integral, son algunos recomendados para consumir en mayor cantidad.
El tener una alimentación balanceada ayuda a prevenir algunos problemas de salud a largo plazo que la diabetes puede causar. No debemos confundir la alimentación que lleva un adulto con esta enfermedad, con la de un niño, ya que el metabolismo de cada persona es diferente, así como los nutrientes que necesita un infante. Recordemos que ellos están en desarrollo y requieren de ciertos alimentos para poder alcanzarlo.
No se debe olvidar uno de los factores que a menudo no se toman en cuenta: el psicológico, ya que en ocasiones los padres de familia no le dan la importancia suficiente, por lo tanto se exhorta a los padres a que sean un poco más conscientes del problema que representa para sus hijos el no tener una alimentación como la de otros niños, y se les invita para que acudan a la Unidad de Medicina Familiar de su adscripción. Boletín de la delegación del IMSS en Yucatán.