1077 palabras
Concluida la etapa de presentación de las pruebas periciales en el caso que se le sigue a Wafé Kuri Torre -acusado por la Procuraduría del Estado de haber disparado un arma de fuego y de darle muerte a su esposa Rosa María Arceo Ochoa- se está a unos días de que se realice la primera junta con peritos de diferentes materias -medicina forense, criminalística, química forense, histopatología, balística y radiología. Son peritos por la defensa, coadyuvancia, procuraduría del estado y del Estado de México. Cabe recordar que los peritos del Estado de México son los mismos que estuvieron en los casos Medina-Abraham y de Paulette Gebara -en los que alteraron pruebas y con la notoria baja calidad en su trabajo.
Las juntas serán para discutir sobre los resultados de sus periciales y sobre las posibles discrepancias.
Se trata de que, al discutir sobre los diferentes resultados que hayan habido, uno de los peritos trate de convencer o persuadir a los demás para que prevalezca el resultado de sus peritajes. De no suceder así, quedará a criterio del juez séptimo de lo penal, Jorge Andrés Vázquez Juan.
El doctor Ernesto Arceo Mendicuti, padre de Rosa María Arceo Ochoa y coadyuvante de la Procuraduría del Estado de Yucatán, en aras de llegar a la verdad de lo que realmente sucedió aquel 14 de enero de 2008, cuando falleció su hija por un disparo de arma de fuego en su domicilio en el fraccionamiento Montebello, contrató a peritos en diferentes materias.
El último dictamen, con el cual se cerró el período de pruebas, lo presentó el licenciado en criminología, criminalística y técnicas periciales, Esteban Enríquez Gutiérrez.
Después de realizar un estudio minucioso del expediente y de realizar pruebas en el predio tras ingresar el 22 de enero del presente año, determinó que el lugar no fue debidamente preservado por lo que no existe una adecuada cadena de custodia.
El criminólogo Enríquez Gutiérrez afirmó en su dictamen que la prueba de rodizonato de sodio realizada a Wafé —cuyo resultado salió positivo solamente en dorso de la mano derecha— es incongruente y no es compatible pericialmente con los demás datos y resultados del orden pericial con los que se cuentan, tales como: 1) el resultado negativo de la prueba de Walker en la playera de Wafé, 2) la dirección del trayecto del proyectil en el interior del cuerpo, 3) la ausencia de elementos productos del disparo en el interior del cuerpo y 4) la ausencia de quemadura en la piel alrededor del orificio de entrada de la bala en el cuerpo de Wafé, todos ellos factores que contradicen el resultado reportado como positivo de la pruebas de rodizonato de sodio. Enríquez afirma, además, que los resultados de esta prueba son orientativos o presuntivos y no son determinantes por sí solos.
Es por eso que, un análisis detallado de los 4 elementos anteriormente mencionados —mismos que son complementarios entre sí— nos muestra resultados que tienen que encontrarse concatenados o relacionados entre sí para poder considerarse como indicativos determinantes de que Wafé Kuri Torre haya disparado un arma y se haya autolesionado. Con base a lo anterior y bajo razonamiento pericial, un sólo resultado positivo de una prueba química presuntiva, como la de rodizonato de sodio únicamente en el dorso de mano derecha, no es un indicativo suficiente para poder establecer que Wafé haya accionado un arma de fuego.
Lo trascendente del resultado de este peritaje es que fue realizado por la coadyuvancia, es decir, la parte interesada por encontrar al culpable del homicidio, que es la familia de Rosa María Arceo. Ésta coadyuva con la Procuraduría del Estado —la que acusa a Wafé de dar muerte a su esposa— para llegar a la verdad histórica de los hechos.
Enríquez Gutiérrez realizó maniobras para reconstruir los hechos con un arma similar a la encontrada en la casa en el lugar de los hechos. Sujetó un arma Prieto Beretta del mismo tamaño y la empuñó de diferentes maneras y formas, inclusive la sujetó de manera atípica, tratando de acomodar el cañón en la región del tórax izquierdo donde Wafé recibió el disparo. Dicha posición no permitió que la mano del perito tuviera un contacto total (empuñamiento) con toda la superficie de la palma de la mano. No se obtuvo un agarre o sujeción de manera firme y completa de la cacha de la pistola, lo que condicionó a exponer abiertamente mediante los espacios que quedaron sin estar en contacto directo con la cacha, la palma de la mano derecha. Según estos resultados, la palma de mano derecha de Wafé debió quedar expuesta a la maculación de pólvora y residuos productos de un disparo con arma de fuego.
De acuerdo al orden criminalístico, suponiendo que Wafé haya disparado (cosa imposible, porque no coincide el trayecto de la bala) necesariamente hubiera dado positivo a la prueba de rodizonato de sodio en palma de mano derecha, cosa que no fue así.
Lo anterior coincide con las pruebas que se realizaron durante el juicio en que peritos y personal de la Procuraduría del Estado dispararon con el arma encontrada y siempre dieron positivo a la prueba de rodizonato de sodio tanto en dorso como palma de la mano con que dispararon. Continuará.