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VARSOVIA, Polonia, 29 de junio.- Un cuento viejo y muy conocido se repitió este jueves en Varsovia. Italia, modesta y sufrida, sorprendió a una avasallante Alemania. Con dos goles de Balotelli y dos impresionantes lances de Buffon, la squadra azzurra ratificó su paternidad sobre los germanos, al vencerles por 2-1 y dejarlos, una vez más, fuera de competencia.
Será el equipo de Prandelli, ese que nadie tenía previsto, el que se enfrente a España el próximo domingo en la Gran Final de la EURO 2012.
Mario Balotelli celebra su segundo gol frente a Alemania marcando músculo. El delantero de Italia fue clave en la victoria de su selección ante una Alemania que no pudo remontar el resultado. (Reuters)
Otra vez ese equipo que era ignorado por los especialistas; otra vez esa escuadra atormentada por el escándalo extra cancha; otra vez afrontando un gran torneo entre críticas y dudas, otra vez callando bocas. Así, Italia viajó esa ruta recorrida antes que va del escepticismo a la gloria, un camino que le permitió, contra todo pronóstico, encumbrarse en los Mundiales de 1982 y 2006 y ahora le coloca a un solo pasito de proclamarse campeón de una Eurocopa de Naciones por primera vez desde 1980.
Y en cambio, Alemania no sólo seguirá alargando su sequía, que ya es de 16 años, sino que ratificó una vez más que Italia ha nacido para ser su verdugo frecuente. Las pesadillas germanas hablan la lengua de Da Vinci, y se repiten, y repiten, hasta el hartazgo.
Fue Italia la que los dejó fuera en semifinales de los Mundiales de 1970 y del 2006, y les ganó la Final del Mundial de 1982, y es ella la que ahora se interpone una vez más en su camino en esta EURO 2012, y eso que este equipo no se parece a otros. Se trata de una Nueva Italia, que juega diferente pero gana igual.
Alemania estuvo a punto de marcar a los cinco minutos, tras un extraño despiste de Buffon que permitió a Hummels rematar a gol. El Tango 12 no se metió en el marcador gracias a la intervención de Pirlo que casi sobre la línea de gol rechazó el balón e Italia respondió con un disparo fuerte y raso de Montolivo que exigió la estirada de Neuer.
A los 19 minutos, una combinación precisa y fulminante entre los dos atacantes italianos Antonio Cassano y Mario Balotelli permitió al moreno abrir el marcador con un cabezazo letal para Neuer y celebrar su segundo gol en la EURO y su tercero en 13 juegos con la selección italiana.
Los jugadores italianos celebran el pase a la final tras haber eliminado a Alemania.(AFP)
En la jugada previa al 1-0 sorprendió que el defensa alemán Mats Hummels, uno de los jugadores más elogiados en la escuadra de Löw, se mostrara tan ingenuo para marcar a Cassano, al que sin una finta previa, le regaló la posibilidad de quedar en inmejorable posición para mandar el gran pase que aprovechó el “Súper Mario” italiano.
Respondió Alemania, que a los 35 minutos por conducto de Khedira exigió a Buffon una atajada que ingresará al inmenso catálogo de sus grandes intervenciones. El veterano guardameta se estiró al máximo y realizó una salvada con valor de gol.
Sólo un minuto después, y cuando los germanos parecían ya merecer al menos el empate, una nueva aparición de Balotelli colocó un 2-0 que tenía facha de sentencia definitiva. El polémico delantero del Manchester City quedó en mano a mano frente al portero Neuer, y tras acomodarse el balón definió con un derechazo criminal. Enviado al cuerpo de un adversario ese tremendo balazo del nacido en Palermo hubiera merecido un juicio por intento de homicidio, pero como ese furioso remate ingresó directamente en la portería sólo implicó el 2-0, que no mató toda la ilusión de los alemanes, pero la dejó en muy mal estado.
Para la segunda parte Alemania hizo movimientos con la intención de tener atacantes frescos y con el tanque lleno para mandar sus tropas al frente. Por eso entraron Klose y Reus por Gómez y Podolski.
Y el juego, que había sido parejo en la parte inicial —pese al marcador— empezó a jugarse mayoritariamente en el campo de Italia.
Reus con un magistral cobro de tiro libre a los 61’ pudo haberle dado a los suyos un gol que diera combustible a la remontada, pero Buffon nuevamente respondió con un lance elástico y oportuno. El guardameta de la Juventus ya podía entonces presumir haberle robado dos jugadas de gol a su adversario y ser tan responsable del triunfo italiano como el mismo Balotelli.
Manuel Neuer y Mario Balotelli se saludan al término del partido. (AFP)
En los últimos 20 minutos del juego, aunque los teutones jugaron con mayor frontalidad, siguieron buscando el gol, persistieron en adelantar sus líneas, fueron en realidad los italianos los que tuvieron más cerca de aumentar la ventaja y fabricar una goleada alejada de todo cálculo sensato.
Antonio Di Natale incluso dejó escapar el 3-0 a los 81’, cuando quedó sólo ante el guardameta alemán al que perdonó por mandar su derechazo a un costado del arco cuando ya los italianos festejaban el tercero.
A los 91 minutos, Alemania alcanzó a decorar su derrota al convertir el 1-2 con un penal de Mesut Özil y prendió fuego durante un par de minutos al final de un partido que cerró encendido sólo porque a Italia le faltó crueldad para dejar a su rival sin signos vitales antes del silbatazo final.
Mesut Özil marca de penalti frente a Italia, poniendo el 1-2 final en el marcador.(AFP)
El delantero nacido en Palermo pero con raíces ghanesas vivió en Varsovia su mejor día como seleccionado nacional de su país. El problemático atacante del Manchester City había sido severamente cuestionado por la prensa italiana y la mayoría de los tiffosi, ya que su desempeño en la presente EURO había sido bastante discreto y su nivel con el uniforme de la “Nazionale” no convencía a casi nadie, más que a Cesar Prandelli, el entrenador que se empeñó en confiar en él y darle la titularidad a pesar de que antes del torneo apenas había podido marcar un gol en 10 partidos internacionales.
Frente a Alemania, Balotelli sólo necesitó de 36 minutos para marcarle el rumbo al duelo con dos remates salvajemente letales. Si las cosas se parecen a su dueño, los goles de Mario son como su autor: incendiarios. Y es que cuando el ex jugador del Inter de Milán, que tiene apenas 21 años, remata a gol lo hace más que con la intención de que el balón ingrese al arco, de que acabe rompiendo la portería en mil pedazos.
Bastian Schweinsteiger trata de lanzar, mientras Antonio Di Natale intenta cortarle el paso.(AFP)
Los goles de Balotelli son tan explosivos que dejan esquirlas en las tribunas, y ayer mandaron al demonio a uno de los más sólidos favoritos de la EURO, una Alemania que seguirá acumulando grandes torneos sin renovar su grandeza, que vive de recuerdos, pues no gana un Mundial desde 1990 y una Euro desde 1996.
Balotelli no pudo terminar el partido. A los 69 minutos salió del campo –muy a su pesar- tras haber sentido un calambre producto de su tremendo esfuerzo. Ahora España deberá tener mucho cuidado, el niño malcriado del Calcio ya enseñó los dientes en un gran evento y ha enseñado que además de escándalos y una cabeza mal amueblada, tiene una gran calidad futbolística y una pierna derecha avasallante.
La final España-Italia se juega el domingo a la una de la tarde (horario de México) en Kiev, Ucrania. (CRÓNICA)