1375 palabras
Los desarrollos en la física moderna excluyen a Dios de las teorías sobre el origen del universo, afirma el astrofísico británico Stephen Hawking en un nuevo libro del que el diario The Times publicó algunos extractos.
Stephen Hawking reabre con su polémico libro, el conflicto entre ciencia y religión
Según argumenta el eminente científico en The Grand Design (El gran diseño), coescrito con el físico estadunidense Leonard Mlodinow y que llegará a las librerías el 9 de septiembre, el big bang fue una consecuencia inevitable de las leyes de la física.
Debido a que existe una ley como la de la gravedad, el universo puede crearse a partir de nada. La creación espontánea es la razón por la que hay algo en lugar de nada, de por qué existe el universo y de por qué existimos nosotros, escribe Hawking. No es necesario invocar a Dios para encender la mecha y poner en marcha el universo, agrega. Dios no creó el universo y el big bang fue la consecuencia inevitable de las leyes de la física, según señala el eminente físico teórico británico.
El Jesuita Robert Spitzer refuta a Stephen Hawking
Hawking es un buen físico, pero como filósofo es un fracaso, comentó el sacerdote jesuita Robert Spitzer, si la nota corresponde a lo que él dice, antes del big bang ya existían las leyes de la física.
A esas leyes habría que atribuirles la creación del universo, en un acto de magia, espontáneamente, que explique ahora quién es el legislador de tan misteriosas leyes, preexistentes a todo y responsables de la existencia del universo; tal vez el texto completo aclare lo que quiere decir Hawking, pero de todas maneras, ningún físico basado en la ciencia positiva puede responder a la pregunta fundamental sobre el ser y la nada.
También le molesta el principio antrópico, el cual asegura que todo está diseñado para que el hombre pueda existir en el universo, pero no explica la probabilidad ínfima de que esto haya sucedido así por azar.
El académico jesuita Robert Spitzer explicó que las afirmaciones de Hawking contra la existencia de Dios y en favor de la física reflejan confusiones fundamentales sobre el concepto cristiano de Dios como creador de todo lo que existe, lo que incluye el universo y las leyes de la física que se le aplican. Según el Padre Spitzer aunque Hawking hable de un universo creándose a sí mismo de la nada, se presupone que esta nada de alguna manera involucra gravedad y otras leyes fundamentales de la física.
Pero los principios como la gravedad no son axiomas irreductibles ni evidentes. Más bien, son las leyes no físicas las que rigen las operaciones ordinarias del mundo físico. No hay comparación entre una creación que se despliega y se desarrolla de acuerdo a las leyes de la materia y la propuesta de Hawking de generación espontánea de la nada, explica el sacerdote.
Para el experto, Hawking malinterpreta la verdadera relación entre Dios y su creación. Hawking no ha explicado claramente por qué existe algo en lugar de nada. Sólo ha dicho que algo viene de algo, al describir el desarrollo de un universo que funciona en la base de leyes como la gravedad. Históricamente, muchos teólogos cristianos, así como filósofos no cristianos, han argumentado precisamente lo contrario del punto de Hawking: las leyes de la física sólo pueden ser atribuidas a un creador infinito, inteligente y no físico.
Tal como viene en la nota de prensa, lo que dice Hawking es una burrada, afirmó Spitzer, quien lo lee tiende a pensar que el reportero no entendió lo que dijo el científico, pero ahora es un jesuita de altos vuelos científicos el que refuta a Hawking, seguramente con mayor conocimiento que quien leyó la nota y dice exactamente lo mismo que diría cualquier persona con sentido común: de la nada, nada sale, si Hawking no sale a defender sus asertos, será porque su brillante intelecto se está apagando o porque le pasó lo que a Galileo: se metió a la teología y ahí simplemente no sabe nada)
Científicos de todo el mundo desmienten las tesis de Hawking
El jesuita Robert Spitzer rebatió las tesis de Hawking
El nuevo libro de Stephen Hawking negando la existencia de Dios contrasta con la postura de más de treinta científicos expresadas en la reciente serie de documentales titulada El Origen del Hombre. Entre ellos, figuran los premios nobel Christian De Duve y Werner Arber. Algunos son creyentes: judíos, católicos o protestantes y otros no.
La serie de nueve documentales El Origen del Hombre, realizada por Goya Producciones, investiga el desarrollo del Universo desde el Big Bang hasta los primates, los homínidos y el triunfo del Homo Sapiens. Responde a las preguntas ¿cómo nació el universo? ¿Surgimos por azar?, ¿hubo una inteligencia que guió la evolución?.
El premio nobel Christian de Duve afirma que la teoría de que el mundo es eterno, inventada por Fred Hoyle, demostró ser falsa y tuvo razón su maestro Lemaitre al descubrir la teoría del Big Bang, la explosión que dio origen al universo.
El profesor belga Michel Ghins cree que la teoría de los universos múltiples fue ideada para escapar a la hipótesis de que Dios creó nuestro mundo. Pero esto no es una escapatoria porque es imaginable que Dios Todopoderoso crease esta profusión de múltiples universos.
Para el profesor italiano Evandro Agazzi, el azar no explica la existencia del mundo. Los que creen explicarlo todo a partir de alguna ciencia positiva caen en una actitud reduccionista anticientífica.
El profesor de Boston Thomas Glick cree que estos fundamentalistas del materialismo se fabrican una especie de religión o metafísica, pero nadie confunde esto con ciencia.
Para el profesor Arana, de la Universidad de Sevilla nunca hubo oposición entre fe y razón. Pero siempre hubo oposición entre dos tipos de fe: la fe científica, por decirlo así, y la fe religiosa.
¿Es pues la Biblia compatible con la ciencia? El premio Nóbel suizo Werner Arber responde: Yo puedo leer en el Génesis, al comienzo del Antiguo Testamento, que el mundo fue creado en varios periodos y para mí, esos varios periodos son precisamente evolución.
En opinión del investigador holandés Cees Dekker el método de la ciencia por si mismo no es cristiano ni es ateo. Ciencia y religión no están en conflicto. Y la ciencia en sí misma encaja muy bien con la visión cristiana del mundo.
La serie El Origen del Hombre, pone al desnudo la explotación ideológica de la ciencia y en particular del darwinismo. Darwin fue manipulado a favor del racismo, tanto por parte del marxismo como en la Alemania nazi y en Estados Unidos. La Iglesia católica, por su parte, no condenó a Darwin. La evolución podría haberse dado dentro de la creación.
Esta serie audiovisual expone, la inconsistencia de posiciones ateas como las de Hawking y Dawkins en un extremo y la de los fundamentalistas en el otro. Concluye que no es científico negar lo sobrenatural. La ciencia natural no capta lo que cae fuera de la esfera material.