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En una serie de artículos, la revista médica The Lancet nos dice que la propagación del sida no se debe a la conducta, sino a la homofobia. Stefano Gennarini los analiza.
A pesar de las abrumadoras evidencias médicas de que el sida está aumentando exponencialmente entre los homosexuales debido a riesgos conductuales, la revista médica The Lancet, que cuenta con un gran número de lectores, está diciendo a la comunidad médica que la homofobia es un impulsor clave de la creciente epidemia. Y la misma revista pide la despenalización de la conducta homosexual y la eliminación de cualquier estigma y discriminación ligada a la homosexualidad.
En una nueva serie de artículos (El VIH en hombres que tienen relaciones sexuales con hombres) The Lancet ahonda en las raíces de la pandemia de VIH entre homosexuales analizando los riesgos biológicos, conductuales y estructurales que afectan a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres.
La serie fue presentada en un simposio, durante la conferencia sobre Sida 2012, la semana pasada, en Washington D.C., por el profesor Chris Beyrer de la Facultad de Salud Pública Bloomberg de la Universidad Johns Hopkins.
Los hallazgos de los artículos son contradictorios. Por un lado, llegan a la conclusión de que el problema es la homofobia, pero la evidencia en ellos demuestra que es la conducta. De hecho, los homosexuales activos tienen dieciocho veces más posibilidades de contagiarse el VIH que la persona promedio. Además, los escritos especifican cómo los estilos de vida homosexuales están relacionados con una gran cantidad de enfermedades de transmisión sexual y otros riesgos para la salud, que incluyen el abuso de sustancias nocivas y la depresión.
Se han realizado enormes progresos en la reducción de la propagación del VIH, especialmente en el mundo desarrollado. Pero los nuevos contagios se dan, en su mayoría, entre hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres.
Según el artículo, el riesgo de contraer el VIH para un hombre que tiene relaciones con otro es del 1,4 por ciento. Los artículos de The Lancet resaltan los conocidos factores que agravan el problema. Una importante complicación es el riesgo biológico asociado con el sexo anal, ya que el VIH es un virus con tropismo intestinal. Un segundo riesgo es que los homosexuales poseen lo que los expertos en salud denominan versatilidad de roles sexuales, es decir, la posibilidad de ser tanto el receptor como quien inserta el virus. Un peligro extra es la propensión de los homosexuales a tener un estilo de vida que los expone a futuros riesgos. Estos tres factores se combinan para incrementar la velocidad y eficacia con la que el VIH sigue propagándose entre ellos.
Estos riesgos biológicos y conductuales son tan altos que incluso si se ofreciera a todos los homosexuales activos los mejores servicios sanitarios disponibles actualmente, las tasas de infección sólo disminuirían un 25 por ciento en los próximos diez años.
La novedad de esta serie de artículos radica en que pone de relieve conceptos ni médicos ni científicos, como la homofobia. Los expertos en salud sostienen que la homofobia es un impulsor clave de la pandemia de VIH entre los homosexuales, especialmente los de raza negra. Pero, aunque los expertos citan datos que muestran cómo las leyes y la cultura pueden constituir barreras para el acceso a servicios e información sobre el VIH, no existen datos que demuestren que la expansión de derechos especiales para las personas, basados su identidad y preferencias sexuales haya tenido efecto alguno en las tasas de infección por VIH, o en la salud en general.
No obstante, dichos expertos afirman que los estigmas y la discriminación por medio de las leyes, la cultura, la masculinidad hegemónica y especialmente, las tradiciones religiosas, están matando a hombres jóvenes.