629 palabras
Dos estrellas
"El cuervo: guía para un asesino" parte de una premisa interesante: un misterioso asesino va imitando los crímenes narrados en los cuentos de Edgar Allan Poe y un detective, Emmett Fields, tiene que pedirle ayuda al afamado escritor para detener al homicida.
Sin embargo, el argumento fracasa porque tiene poco ingenio que ofrecer a la hora de desarrollar la trama.
Poe fue un crítico mordaz que no se andaba con rodeos a la hora de escribir su opinión. De estar vivo, no se tentaría el corazón y haría trizas esta malograda película, sin importarle que esté inspirada en él y su obra literaria.
"El cuervo" transforma la figura del poeta en un personaje irritante y patético, tanto que parece escrito para Robert Downey Jr. Y es que hay mucho del Sherlock Holmes de Downey Jr. en este intento fallido de Edgar Allan Poe interpretado por John Cusak. Hasta el detective Fields (Luke Evans) es una copia de Watson.
Todo el trabajo de dirección artística se enfoca en recrearnos los últimos años del siglo XVIII, sin embargo la dirección de actores está pensada para una película de actualidad.
Los personajes se mueven y hablan como si fueran policías del siglo XXI. Incluso utilizan expresiones como "son of a b..." y adjetivos como "gory". ¿A quién se le ocurrió que estos diálogos pueden servir para una película desarrollada en 1949?
Es interesante que Hollywood busque ficcionar sobre personajes históricos, por ejemplo, hacer de Abraham Lincoln un cazador de vampiros o de Poe un detective privado. Pero las licencias históricas no eximen de las reglas necesarias para construir una narrativa lógica, eficaz y bien estructurada.
"Guía para un asesino" no funciona ni siquiera como thriller porque su trama es inconexa.
Los crímenes son meros guiños literarios que no consiguen integrarse en una trama coherente y hacen de la investigación (eje medular de la historia) un asunto tedioso y atropellado. No hay encadenamiento, no hay impulso, todo se resuelve precipitadamente, el clímax es tibio y el enfrentamiento final entre Poe y el asesino se ofrece como una delusoria plática de cantina.
Me sorprende encontrar en los créditos que la dirección de esta cinta corre a cargo del australiano James McTeigue, que realizó en 2005 la acertad y poco valorada "V de Vendetta". McTeigue hace todo lo posible para que "El cuervo" se mantenga a flote en el terreno visual, pero el guion es tan pobre que termina arrastrando el producto hasta al fondo del abismo.
Lo mejor: la dirección de arte, los momentos gore y un par de escenas ingeniosas salidas de los cuentos de Edgar Allan Poe.
Lo peor: la ineficiente narrativa del guion, la dirección de actores y la caricaturización de Edgar Allan Poe como personaje.