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México aún puede revertir la tendencia suicida de muchas de sus ciudades si aprovecha la oportunidad de construir desarrollos urbanos que permitan una vida más digna, amable y sustentable, afirmó la Subsecretaria de Desarrollo Urbano y Ordenación del Territorio, Sara Topelson Fridman.
México puede revertir la tendencia suicida de las ciudades actuales: Sara Topelson Fridman
En el marco del Tercer Taller de Desarrollo Sustentable: Desafíos por una ciudad compacta, la funcionaria de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) señaló que más del 70 por ciento de la población mexicana vive en alguna de las 383 ciudades que conforman el Sistema Urbano Nacional.
Explicó que las ciudades planeadas pueden optimizar sus recursos, tanto naturales como de infraestructura y servicios, para ofrecer a sus habitantes una mejor calidad de vida. Aún podemos revertir la tendencia suicida que traza el perfil de muchas de nuestras ciudades; tenemos la oportunidad de impulsar desarrollos urbanos que permitan una vida más digna, amable y sustentable, dijo Topelson Fridman.
Mencionó que la Sedesol impulsa el desarrollo habitacional basado en el ordenamiento territorial, la planeación urbana y la edificación de vivienda sustentable, como medios para frenar el crecimiento anárquico de las ciudades.
La política pública de vivienda fomenta la redensificación urbana para evitar el crecimiento desordenado y usar al máximo el equipamiento existente, al lograr un nivel de saturación óptimo. De esta forma, desde 2011 estimula la construcción de vivienda vertical con un mínimo de tres pisos habitables.
Como segunda prioridad, busca la expansión ordenada de las ciudades para optimizar la inversión en infraestructura urbana y equipamiento, que redunde en la mejoría de las viviendas, de las comunidades y de la calidad de vida de sus habitantes.
Se pretende, como ha señalado el Secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, tener ciudadanos felices con su entorno y no solamente desarrollos habitacionales con un número determinado de habitantes.
De esta forma, pueden alinearse los incentivos federales, estatales y municipales con los intereses privados y sociales, para desarrollar vivienda nueva bajo estándares vigilantes del ordenamiento territorial, la planeación urbana y la edificación de vivienda sustentable.
Explicó que un desarrollo habitacional sustentable debe ser rentable, como modelo de negocio y redituable en términos de generación de empleos y finanzas públicas; amigable con el entorno ambiental, en función a las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) emitidos, al uso/reúso del agua y tratamiento de residuos sólidos.