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Artículo de Patrick A. Stewart en The Washington Post
Decenas de millones de estadounidenses vieron a Mitt Romney y Barack Obama aceptar la candidatura presidencial de sus partidos en sus convenciones nacionales. Escucharon sus historias y analizaron sus argumentos, pero también observaron sus caras y, conscientemente o no, leyeron sus señales no verbales: su lenguaje corporal, cómo abrazaron a sus familias y amigos, y sobre todo, sus sonrisas.
Una investigación entre el autor, Erik Bucy de la Texas Tech University y Méhu Marc de la Universidad de Ginebra sugiere que el momento en el que sonríen los candidatos y los músculos utilizados en tales expresiones revelan algo sobre su carácter y su conexión con los electores. Diferentes tipos de sonrisas ofrecen revelaciones distintas y provocan diferentes reacciones y emociones en los espectadores.»»»
Al aceptar la nominación del Partido Republicano, Romney sonrió 11 veces en 38 minutos. La mayoría de sus sonrisas respondieron a los aplausos, risas y gritos de su audiencia, pero variaron en su duración e intensidad.
Obama sonrió apenas cinco veces durante los 39 minutos de su discurso en Charlotte. Esto no necesariamente significa que el Presidente estuviera abatido o melancólico, pero su discurso fue diferente: mientras que Romney gastó una parte sustancial de su tiempo en presentarse a los votantes, Obama se centró en su historial y sus planes, no su biografía. La retórica diferente hace sonrisas diferentes.
Éstos son los cuatro tipos de sonrisas que los candidatos usaron durante las convenciones.
Sonrisa de pose
A veces llamada “falsa” sonrisa, una sonrisa posada es una herramienta social muy versátil. Ésta indica sentimientos positivos, incluso si no son sinceros. Los políticos usan sonrisas posadas para reconocer los aplausos de la audiencia. Pero esas sonrisas no necesariamente significan que un candidato está verdaderamente conmovido por la respuesta de la audiencia.
ROMNEY: Romney dirigió muchas sonrisas posadas durante su intervención; incluso desde el principio cuando pisó el escenario y aceptó la designación. Sus críticas a Obama estuvieron acompañadas de sonrisas posadas.
OBAMA: La sonrisa posada de Obama se produjo inmediatamente después de que terminó su discurso y saludó a la multitud. Era obligatoria. Pudo haber tenido otras cosas en la cabeza, como el próximo informe del empleo o la posibilidad de un conflicto con Irán. Pero al aceptar la nominación demócrata a la presidencia por segunda vez, el no sonreír no es una opción.
Sonrisa honesta
Una sonrisa honesta es más sincera que una sonrisa posada. No sólo las comisuras de los labios se extienden, sino los músculos de alrededor de los ojos se contraen.
ROMNEY: Cuando Romney mostró sonrisas honestas durante su discurso, éstas fueron seguidas por aplausos y fueron provocadas por comentarios chuscos.
Su sonrisa más intensa ocurrió cuando contó cómo se arriesgó con un molino de Steel Dynamics financiado por Bain Capital. Esta sonrisa sugiere que Romney está verdaderamente orgullosos de este logro.
OBAMA: Obama mostró una sonrisa honesta cuando subió al podio y fue recibido con aplausos y cánticos. Otra se produjo después de que expresó lo orgulloso que está de sus hijas, Sasha y Malia. Esta sonrisa fue muy fuerte.
Sonrisa divertida
Una sonrisa divertida muestra confianza. Puede parecer una sonrisa honesta poderosa, es un gesto primitivo que probablemente se desarrolló a principios de la evolución humana.
Las sonrisas divertidas aparecen a menudo en los debates políticos. En las primarias del 2008, Mike Huckabee y John McCain a menudo las mostraron, al igual que Obama y Hillary Clinton. Esto probablemente indica que, a pesar de que estaban compitiendo por el mismo trabajo y pudieron haber estado en desacuerdo, los candidatos se caían bien. Sus sonrisas divertidas decían “Estamos en disputa, pero esto no se trata de una lucha a muerte”.
Desde entonces, las cosas han cambiado. Ni Romney ni Obama mostraron una sonrisa de diversión durante su discurso en las convenciones. Esto encaja en la narrativa de los últimos cuatro años: el partidismo va en aumento, el país está profundamente dividido y hay mucho en juego.
Romney y Obama sonrieron de esta manera sólo lejos del podio. Romney, cuando se le unió Ryan, su compañero de fórmula; Obama, cuando subieron su mujer y las niñas. Para ambos, la diversión se muestra a los conocidos.
Sonrisa fugaz
Una sonrisa fugaz es más privada, es una “sonrisa a uno mismo”. Debido a que estas sonrisas no parecen ser una reacción, pueden ofrecer una ventana a la vida privada de un político, a pesar de que son más difíciles de detectar.
ROMNEY: Una sonrisa fugaz se produjo cuando el candidato recordaba su juventud y cómo sus “amigos se preocupaba más por los equipos deportivos que por a cuál iglesia ir”. Seis minutos después, cuando recordó que un niño le preguntó si tomar un trabajo cercano a su casa. Una sonrisa fugaz cuando habla de religión es reveladora, especialmente cuando no resaltó su mormonismo en Tampa. Esto podría sugerir que la religión es más que una parte de su 'marca', que, como miembro de una fe minoritaria, toma en serio la libertad religiosa.
OBAMA: Una de las sonrisas fugaces del Presidente se produjo después de que él hizo un comentario jocoso atacando la falta de experiencia de su oponente en política exterior. Otro apareció cuando mencionó que una joven sin hogar que ganó el reconocimiento nacional por su proyecto de ciencias le dio esperanza. A pesar de que esas sonrisas se produjeron durante aplausos, su sutileza sugiere una emoción más profunda. Quizás después de cuatro años como comandante en jefe, Obama “Sin Drama” se toma más personalmente de lo que los analistas consideran la afirmación de Romney de que haría un mejor trabajo que él. Y quizás la joven científica sin hogar es más que una línea en el teleprompter.