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WELD COUNTY, Colorado, 18 de agosto.- Un nuevo tiroteo en Estados Unidos, el segundo en menos de una semana, cobró hoy la vida de cuatro personas, incluido el asesino.
Estados Unidos aún no logra reponerse de la matanza de 26 personas –20 niños y seis adultos— en Connecticut el viernes pasado, que ha reactivado la discusión en el gobierno para prohibir la venta de armas de asalto, y ahora se estremece por un nuevo asesinato múltiple.
Esta vez un sujeto que se introdujo la madrugada de este martes en una casa de Weld County, en Colorado, unos 50 kilómetros al norte de Denver, asesinó a tres personas, dos mujeres y un hombre.
El asesino se llamaba Daniel Sanchez, de 31 años, y acababa de ser liberado por cargos de violencia doméstica.
De acuerdo con las autoridades de ese país, una mujer en evidente crisis nerviosa llamó al 911 y, cuando daba la dirección de su domicilio a la operadora, ésta sólo escuchó “¡No, no, no!” y luego disparos.
Momentos después un hombre tomó el teléfono e informó que se iba a suicidar, se escuchó otro disparo y la línea telefónica quedó abierta, relató el agente Tim Schuartz.
Luego refirió que las cuatro personas tenían relación entre sí, pero se ignora si vivían en la misma casa.
El alguacil despachó al lugar al Equipo de Armas y Tácticas Especiales que encontró los cuerpos de cuatro adultos, dos hombres y dos mujeres.
Mientras se llevan a cabo las investigaciones de este nuevo crimen, avanzan las relacionadas con la matanza perpetrada por Adam Lanza, de 20 años, en Newton, Connecticut.
La Oficina del Forense de esa ciudad informó hoy que el joven, quien según su tío Jonathan Lanza estaba siendo tratado contra la esquizofrenia, disparó en cuatro ocasiones en la cabeza de su madre Nancy Lanza, mientras estaba dormida.
Wayne Carver, director de la dependencia, dijo que ya han sido concluidas las autopsias de ambos y que Adam se quitó la vida con un disparo en la frente.
El funcionario descartó que Lanza estuviera bajo medicación al momento que perpetró la masacre, lo que contradice la versión de que estaba en tratamiento para la esquizofrenia.
Amigos de la familia Lanza revelaron que en alguna ocasión los padres del joven les comentaron que su hijo padecía el síndrome de Asperger, una variante del autismo, pero se ignora si fue diagnosticado formalmente.
En tanto, continúan las investigaciones en la casa de la familia Lanza, de donde las autoridades se han llevado teléfonos celulares, computadoras y videojuegos, y hasta el momento no han encontrado indicios que prueben que Adam estaba bajo medicación.
Por su parte, y luego de permanecer en silencio desde el día de la matanza, la Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés) dijo estar preparada para ofrecer una “colaboración significativa” para que tiroteos como el del viernes “nunca vuelvan a ocurrir”. (apro)