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El comunicólogo y escritor Stephen Fry ha tratado de establecerse como una autoridad improbable sobre la sexualidad femenina, afirmando que las mujeres heterosexuales sólo van a la cama con los hombres "porque el sexo es el precio que están dispuestas a pagar por una relación".
En comentarios inusualmente extremos, el defensor de los gays en Twitter dijo que creía que la mayoría de los hombres heterosexuales sienten que "les dan asco a las mujeres", ya que "les resulta difícil creer que las mujeres estén tan interesadas en el sexo como ellos".
En su entrevista con Attitude, Fry declaró que la mayoría de los hombres heterosexuales sienten que les dan asquito a las mujeres. (Foto WireImage)
"Esto se ve por una buena razón", declara en una sincera entrevista con la revista Attitude. "Si a las mujeres le gustara el sexo tanto como a los hombres, habría zonas de encuentro para tener sexo anónimo entre homosexuales, como sí las hay para los homosexuales (they cruise for sex); las mujeres vagarían por los cementerios pensando: 'Dios, tengo que tener un orgasmo' (rocks off) o irían a Hampstead Heath para encontrarse con extraños y tener relaciones detrás de un arbusto. Esto no sucede. ¿Por qué? Porque las únicas mujeres con las que puedes tener relaciones sexuales así, quieren que les paguen".
Fry, de 53 años, continúa: "Siento pena por los heterosexuales. La única razón por la que las mujeres tienen sexo con ellos es que éste es el precio que están dispuestas a pagar por una relación (sentimental) con un hombre, que es lo que quieren", dice. "Por supuesto, muchas mujeres lo niegan y dicen: 'Oh, no, pero me encanta el sexo, ¡me encanta! Pero, ¿van por ahí teniéndolo de la manera en que los hombres homosexuales lo hacen?".
Las observaciones de Fry indican una ruptura marcada en el tono de un hombre que se caracteriza por hacer gala de un encanto inofensivo e ingenio suave de alta calidad, y sus comentarios actuales serán rotundamente rechazados por quienes han abrazado la idea de la capacidad de las mujeres de tener sexo sin emociones y sin compromiso como una opción de empoderamiento en su estilo de vida.
Rosie Boycott, la periodista y feminista, dijo que las declaraciones eran "basura". Las mujeres somos tan capaces como los hombres de disfrutar del sexo. Nosotras no vamos a los baños públicos (cottaging) ni a otras zonas de encuentro para sexo anónimo ni a Hampstead Heath, porque no nos es necesario. Hampstead Heath es probablemente un vestigio de los días en que, por desgracia, [la homosexualidad] era ilegal... las mujeres tenemos otras maneras de conseguir actividades emocionantes y podemos buscarlas en bares o clubes. Dicho esto, es probable que también lo hagamos en los parques o baños. Sólo que no le decimos cottaging. Estoy segura de que lo hice en los parques, en mis tiempos".
Paul Flynn, el periodista que habló con Fry, dijo: "Pensé que era una generalización muy extraño en ese momento, pero Fry la hizo con certeza y era claro que era algo en lo que había reflexionado".
La teoría ha dejado perplejos a varios comentaristas. Susie Orbach, psicoterapeuta y feminista, dijo que estaba interesada en las implicaciones más amplias de las creencias de Fry: "Estoy muy intrigada por su idea de que la sexualidad del hombre es, en cierta manera, repugnante. ¿Por qué cree que las mujeres podrían sentirse tan disgustadas por los hombres? ¿Cree Fry que hay algo repugnante en la sexualidad?".
Para Flynn, el desconcierto surge más de la creencia de un hombre homosexual sobre su posible autoridad en sexualidad femenina. "Los hombres homosexuales que discuten los porqués de la sexualidad femenina... por razones obvias, no podemos pretender ser expertos", dijo. "Estoy más interesado en su idea de que los hombres heterosexuales son de alguna manera dignos de lástima. Eso es un punto de vista radical".
La teoría de Fry de que las mujeres heterosexuales utilizan el sexo como moneda de cambio en su búsqueda de amor romántico parece ir en contra del movimiento más amplio para desestigmatizar - o "desemputar"- a las mujeres sexualmente activas. La tendencia ha ido ganando terreno en la última década con personajes como Samantha Jones en Sex and the City, quien debe su popularidad a la afición por el sexo sin condiciones, anónimo - y en cantidad.
Fry es pareja sentimental de Steven Webb, un actor de 25 años. En la entrevista, también habló con franqueza acerca de sus experiencias en el "submundo extraordinario" del sexo anónimo en su juventud, aclarando, sin embargo, que mientras estaba en esa etapa su interés principal eran los graffiti y el sentido de la solidaridad.
La felicidad La felicidad no respeta a las personas
El oso Paddington Siempre he tenido un gran respeto por Paddington porque es un divertido inglés excéntrico. Es una gran institución británica y mi generación creció con sus libros y luego las animaciones de Michael Hordern.
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