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WASHINGTON D.C., 23 de enero.- La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, asumió ayer la responsabilidad por el ataque al consulado de su país en Bengasi, Libia, donde murieron cuatro estadounidenses, entre ellos el embajador Chris Stevens. También afirmó que se actuó rápido para mejorar la seguridad diplomática. “Como dije muchas veces desde el 11 de septiembre, asumo la responsabilidad”, señaló Clinton en una audiencia ante la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado sobre los sucesos en Bengasi, que enturbiaron en materia de política exterior al presidente, Barack Obama, poco antes de las elecciones.
La titular de Exteriores también hizo una rotunda defensa de la labor que el Departamento de Estado hace en sus misiones diplomáticas, y se emocionó visiblemente al recordar que ella misma abrazó a los familiares de los cuatro estadounidenses que murieron en el ataque. (European Pressphoto Agency)
En la primera de sus dos presentaciones en el Congreso planeadas para ayer, Clinton, quien abandonará próximamente su cargo, aseguró que nadie está más comprometido que ella misma con averiguar todo lo que pasó y corregir todos los errores que permitieron el ataque. “Para mí, esto no es sólo una cuestión de política, es algo personal”, dijo Clinton a los senadores de la comisión, en uno de sus últimos actos como jefa de la diplomacia de Estados Unidos. La voz de Clinton se quebró al recordar la bienvenida a casa de “los ataúdes cubiertos con la bandera” del embajador estadounidense en Libia y los otros tres estadounidenses muertos en el ataque terrorista al consulado.
El embajador estadounidense en Libia, Christopher Stevens (en la foto), y otros tres empleados de la misión diplomática de EE. UU. murieron tras sufrir un ataque el martes 11 de septiembre de 2012, 11º aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001. (AFP)