652 palabras
Martes 22 de enero.- Otro tiroteo en una universidad de Texas, Estados Unidos, dejó ayer a tres personas heridas y avivó nuevas preocupaciones sobre la violencia causada por las armas de fuego en el país, en medio de un fuerte debate político sobre este tema.
Ocurrió en el campus norte de la Universidad Lone Star de Texas, donde dos estudiantes intercambiaron disparos en medio de una discusión en las inmediaciones de una biblioteca, en el momento de más actividad en la institución que tiene unos 90 mil estudiantes.
Como resultado del fuego cruzado, tres personas recibieron impactos y fueron trasladadas al hospital. Dos de los heridos están bajo custodia en el hospital, según dijo a la prensa Armando Tello, de la oficina del Sheriff del condado de Harris, al norte de Houston.
El Departamento del Sheriff del condado de Harris confirmo el número de lesionados e indicó que una persona fue detenida como sospechosa.
Otra fuente de la policía que no se identificó ante las cámaras dijo que se cree que estos individuos están relacionados con el incidente pero que por ahora solo son considerados “personas de interés” mientras avanzan las investigaciones. Más tarde, la policía dijo que uno de los sospechosos fue capturado en un área boscosa por un equipo SWAT.
Dos de los heridos, una mujer y un trabajador de mantenimiento, fueron sometidos a una operación de emergencia y fueron reportados en “condición relativamente seria”. Otra persona sufrió un ataque al corazón en la confusión.
Tello agregó que hay al menos una pistola de mano recuperada por la Policía involucrada en el hecho, y que uno de los sospechosos bajo custodia tenía una identificación de la Universidad.
“Ha sido una experiencia terrorífica, todo el mundo llorando, gritando y tratando de correr por su vida”, dijo a la cadena ABC un testigo momentos después del incidente del mediodía.
Las primeras imágenes mostraban el campus rodeado por cientos de agentes y patrullas, mientras varias personas eran atendidas en camillas y grupos de jóvenes salían de la zona. En la web de la universidad se emitió una alerta llamando a los estudiantes y profesores a “buscar refugio de inmediato”.
“Estaba en clase y oí unos seis disparos. Todo sucedió muy rápido”, relató a la CNN la estudiante Amanda Vásquez. “Entonces cerramos la puerta y apagamos las luces. Llamé a mi madre”, añadió.
Este es el tercer tiroteo en un menos de un mes y medio en una escuela en EE.UU.. Hace dos semanas, un adolescente disparó contra dos compañeros en un secundario de California. Uno quedó herido.
El anterior sucedió el 14 diciembre en la escuela primaria Sandy Hook de Newtown, Connecticut, donde un joven con problemas mentales masacró a 20 niños y seis adultos antes de quitarse la vida. La matanza causó enorme conmoción y desató un debate de grandes magnitudes y de resultado incierto sobre el control de armas. Un tema complejo en una sociedad donde el derecho a portar armas está garantizado por la Constitución.
El presidente Barack Obama, seriamente impresionado por el incidente de Newtown, ha prometido hacer todo lo que está a su alcance para lograr que el Congreso apruebe una serie de medidas encaminadas a reducir la violencia provocada por las armas. La más importante y la más polémica por la cantidad de intereses económicos y políticos involucrados es la de establecer una prohibición a la venta de armas de guerra.