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Levanté la vista y dije en voz alta, aunque sólo yo estaba en la habitación. “¿Qué rayos?” Esa fue mi reacción cuando leí el artículo (que más bien fue recopilación de opiniones y dos párrafos de análisis, en una sola página) de una reconocida revista que lleva más de cinco décadas circulando.
Antes, esta publicación era un referente para trabajos escolares, contenía entrevistas y reportajes interesantes y sus secciones de risa, realmente producían carcajadas. Ahora, el tono editorial no es de mi agrado porque considero que se volvió el cliché de “revista para mujeres”.
En fin, pues la lectura que ocasionó el “¿Qué rayos?” se titula “Las mamás ausentes en Facebook”, de Katie Roiphe, tomado de “In Praisse of Messy Lives”, en la que se afirma, palabras más, palabras menos, que las mujeres que ponen una foto de sus hijos como avatar en esa red social, dan señales de “una autoanulación ominosa y alarmante” y con comentarios como “¡Por fin! Alguien más en el mundo piensa que ese afán de decir 'Mi bebé soy yo en Facebook' es tan extraño y poco saludable como yo lo pienso”.
Vuelvo a repetir “¿Qué rayos?” Para mí, ese artículo fue otra muestra del feminismo mal entendido que tanto perjudica la lucha por el derecho de las mujeres. Otra prueba de que se sigue considerando la maternidad como un factor negativo para el desarrollo femenino, en cualquier aspecto. Aclaro, por favor, no olviden que esta es una Opinión y pueden estar de acuerdo o no, lo único que pido es analizar y tratar de salirse un poco del pensamiento lineal.
Desde luego, estoy en desacuerdo con ese punto de vista. Y lo dice una mujer cuyo instinto maternal no está muy desarrollado, cuyo sueño nunca ha sido tener hijos y que no contempla ser madre en un futuro cercano y lejano, pero, eso sí, tiene un sobrino que adora y sobrinos adoptados (hijos de los amigos) por quienes tiene gran cariño. Y en las madres de estos pequeños no ve mujeres anuladas ni desaparecidas en el rol de mamás... sino todo lo contrario. Nadie está desapareciendo detrás de sus hijos. No hay mensaje subliminal de “Yo soy mis hijos”.
Veo mujeres profesionistas de éxito pero también mamás que aman profundamente a sus hijos. Y si queremos ejemplos concretos, un día se les ocurre colocar de avatar en Facebook a su hijo, otro día a ella con su retoño, y al siguiente ellas solas en sus oficinas o presumiendo algún reconocimiento. ¿Cuál autoanulación? ¿Qué deduzco de eso? ¡Que quiere compartir distintos aspectos de su vida! Es una mujer que tiene un trabajo fuera de casa que le gusta y que además es madre y lo disfruta. Creo que no puede haber explicación más sencilla.
Además de las distintas batallas que como seres humanos nacidos mujeres debemos librar, especialmente en esta sociedad yucateca, no nos hundamos solitas en el feminismo mal entendido. Detengamos esa guerra sin razón contra el matrimonio, la decisión de ser ama de casa, los hijos, porque cada uno tiene su razón y es perfectamente compaginable con el mundo actual. Al emitir juicios como “te autoanulas con tus hijos” pareces estar diciendo “si no piensas como yo digo, estás mal”. ¿Y el derecho a elegir lo que es mejor para cada una?
Además, a una mujer la definen varios y muy diferentes aspectos de su vida. Como su capacidad de decisión y no un simple avatar en Facebook.