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Viernes 1 de febrero.- Durante el proceso de socialización primaria del ser humano, la existencia de unos buenos referentes paternos es esencial. Un estudio publicado en la revista online PLOS ONE ha descubierto que ocurre algo similar con los bonobos. Investigadores del Centro Nacional Yerkes de Investigación de Primates observaron que los jóvenes bonobos huérfanos (con una edad de 3 a 7 años en su equivalente humano y cuyas madres son ilegalmente asesinadas por “pouchers”) del refugio 'Lola Ya Bonobo', en la República Democrática del Congo, desarrollan menos aptitudes de consolación y empatía que aquellos cuyas madres sobreviven. Los bonobos no forman parejas, por lo tanto no existe una figura paterna como tal.
"Nuestros descubrimientos prueban que la sensibilidad en los bonobos hacia otros surge pronto y no requiere del razonamiento que desarrollan de adultos", afirma Zanna Clay, del Departamento de Psicología de la Universidad de Emory. En el estudio se encuentra una correlación significativa cuando hay estrés por pérdida de la madre a edades tempranas, y el desarrollo del comportamiento de consolación y empatía. Entre los humanos, otros estudios han sido indicativos que una niñez con estrés y desestructuración familiar, produce personalidades adultas menos empáticas.
Para los bonobos se da un continuum entre cariño, consolación y sexualidad; es decir, no existe una línea tajante —predefinida incluso por preceptos legales, como entre los humanos. A eso, erróneamente se le identifica con lo que en las culturas humanas, peyorativamente, se le llama promiscuidad y afición al sexo; para los bonobos, lo normal es que los individuos de ambos sexos, socialmente más desarrollados, extiendan el consuelo por toque físico a sus compañeros huérfanos con lo que los humanos vamos a llamar —con una carga de prejuicio— “favores sexuales”. Clay analizó 350 conflictos entre estos primates y observó que en muchas ocasiones un tercer bonobo mediaba entre los enfrentados y consolaba a una de las partes, normalmente la más débil. La abrazaba y rascaba, extendiendo sus demostraciones de cariño a todas las partes del cuerpo, incluyendo genitales.
"Encontramos comportamientos de amabilidad y amistad entre los bonobos más cercanos emocionalmente", afirma Clay. "Esto coincide con la idea de que la empatía y la sensibilidad emocional contribuyen al comportamiento de consolación".
En una futura investigación, la investigadora de la Universidad de Emory planea acercarse a comportamientos similares, como el que realizan los bonobos de mayor edad al utilizar a los más jóvenes como 'osos de peluche'.
Los bonobos son famosos por ser unos animales sociables y tolerantes. A diferencia del chimpancé común ('Pan troglodytes'), mucho más proclive a resolver sus problemas mediante la violencia, el bonobo('Pan paniscus') no se muestra agresivo.
El genoma humano y el de los bonobos sólo difiere en un 1.3 %. Una de las características más destacadas del comportamiento humano es su propensión a compartir sus posesiones voluntariamente con otros humanos, aunque no formen parte de su familia ni sean conocidos. Los bonobos, se ha descubierto, tienen un comportamiento altruista similar (EL MUNDO).