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BAMAKO / TOMBUCTÚ, 2 de febrero.- El presidente francés, François Hollande, ha aterrizado este sábado en Malí, en su primera visita al país desde que las tropas francesas se unieran a la ofensiva del Ejército maliense contra los rebeldes salafíes que controlaban las provincias septentrionales de Kidal, Gao y Tobmbuctú y pretendían extender su dominio hacia el sur.
Hollande, que viaja acompañado del ministro de Exteriores, Laurent Fabius, el de Defensa, Jean-Yves Le Drian, y el de Desarrollo, Pascal Canfin, ha sido recibido por su homólogo maliense, Dioncounda Traoré, en el aeropuerto de Sevaré, en el centro-oeste de Malí. Esta ciudad es uno de los centros de mando de la ofensiva militar que comenzó el pasado 11 de enero.
El presidente de Francia ha asegurado en Tombuctú que los "combates no han terminado" en el norte de Malí a pesar de la recuperación de esta ciudad y de la vecina de Gao, que estaban en manos de radicales islámicos (AFP)
Ambos mandatarios se han dirigido a la histórica ciudad de Tombuctú, que fue recuperada el pasado lunes por las fuerzas francesas y malienses, tras huir los islamistas radicales que la ocupaban desde hace 10 meses y que aplicaban la ley islámica a sus habitantes. Hollande y Traoré han visitado una mezquita histórica y el centro de conservación de manuscritos antiguos, algunos de los cuales fueron quemados por los radicales antes de irse.
Entre 2000 y 3000 personas se han reunido en la plaza principal de la ciudad, a 900 kilómetros al noreste de Bamako, para agradecer la intervención francesa. Algunos bailan al son de los tam tam, prohibidos durante el tiempo de ocupación islamista. Las medidas de seguridad son altas, con militares franceses cada 100 metros, y presencia de patrullas de blindados y vehículos con soldados malienses en las calles.
"Voy a Malí para expresar a nuestros soldados todo nuestro apoyo, todo nuestro orgullo. Voy a Malí mañana para permitir que los africanos vayan lo antes posible a unirse a nosotros y para decirles que les necesitamos en esa fuerza internacional", dijo Hollande el día anterior, durante un desplazamiento a Ermont-Eaubonne, cerca de París, en declaraciones recogidas por la cadena BFM TV. El presidente francés añadió que su viaje tiene por objeto fomentar "que haya un diálogo político que pueda permitir" que este país, "después de haber perseguido a los terroristas, pueda reencontrar la estabilidad".
Al menos 3500 soldados franceses han intervenido en la operación Serval, cuyo objetivo era ayudar al Ejército local a reconquistar el norte de Malí, después de que yihadistas ligados a Al Qaeda y los tuaregs laicos del Movimiento Nacional de Liberación del Azawad (parte septentrional del país) se adueñaran de esta región el pasado mes de marzo.
Con la liberación de los tres mayores bastiones de los combatientes islamistas —Gao, Tombuctú y Kidal— en los últimos días, sin apenas oposición, se abre una nueva fase en el conflicto en la que los yihadistas se han replegado en las zonas desérticas del norte de la nación. (EL PAÍS)