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BAMAKO, 21 de febrero.- Los islamistas han logrado infiltrarse de nuevo en Gao, una de las tres principales ciudades del norte de Malí, y combaten desde el miércoles por la noche contra el Ejército maliense y sus aliados. Un grupo de yihadistas consiguió sortear las tropas francesas, nigerinas y malienses encargadas de la protección de la ciudad, la más poblada del norte, y llegar hasta la zona del Ayuntamiento, cerca del río Níger, donde siguen los enfrentamientos. Precisamente “por el río cruzaron los milicianos islamistas” según un periodista local que opina que “eso hace sospechar que han contado con la colaboración de la población”.
Unos 300 kilómetros más al norte, en las afueras de Kidal, la localidad más adentrada en el desierto, un coche ha estallado causando la muerte de dos personas. Kidal es la única de las tres ciudades del norte en la que no han entrado los militares malienses y en la que las tropas francesas colaboran en cambio con el grupo rebelde independentista tuareg del MNLA, el iniciador de la insurgencia y el que declaró el estado independiente del Azawad.
En la ciudad de Gao, soldados malienses disparan contra islamistas, quienes efectúan su segundo ataque en 10 días contra la urbe africana, disparando cohetes y lanzando granadas a lo largo de seis horas. (Reuters)
Desde la zona de Kidal, en el regazo del macizo de los Iforas, Francia lanzó hace dos días la operación 'Pantera', destinada a reducir a los islamistas que se esconden entre sus montañas, una maniobra que se considera parte de una “fase final pero la más difícil” de la operación 'Serval' —nombre de la intervención francesa en Malí—, según el ministro de Defensa francés, Jean-Yves LeDrian .
Mientras en el norte la guerra se intensifica, en Bamako, la lejana capital, otros militares se apresuran a poner en marcha otra misión, la de la Unión Europea, que tiene por objetivo entrenar al Ejército de Malí y permitir a sus tropas “recuperar la fuerza moral y la confianza”, como describe el comandante de esta fuerza, el general François Lecointre.
La Unión Europea aprobó esta semana en Bruselas el envío de 500 militares europeos a Malí con la misión de formar a unos 2,500 soldados del Ejército maliense y asesorar en su estructura y organización. Pero 70 —entre ellos dos españoles— ya están en Malí desde hace diez días. De momento, una veintena de países europeos se han ofrecido a aportar tropas para este proyecto militar, con Alemania, Inglaterra, Italia y España entre los más generosos. Pero es Francia la que ha asumido el mando de esta nueva aventura militar en el país africano y es también la que la nutrirá con más militares, un mínimo de 150 hombres.
España se ha comprometido de momento a mandar unos cincuenta soldados —para las tareas de formación— pero el número puede aumentar si decide contribuir también en la protección. “De España depende de alguna forma el número final de soldados franceses”, dice un oficial del Ejército francés en una conversación informal. “A Francia le interesa que haya el máximo número de tropas de otros países”, confiesa, aunque los galos están dispuestos a completar el total hasta 500 tras las decisiones finales de los otros europeos.
En los pasillos del recinto de Bamako donde se firma el lanzamiento oficial de la Misión de Entrenamiento de la Unión Europea (EUTM), con el jefe del Ejército maliense, el general Dembélé, la mayoría de militares asistentes son franceses. Pero ellos no están en Malí para combatir como sus compañeros de armas. Y “son misiones distintas, no tienen ninguna relación”, insiste uno de sus oficiales. (EL PAÍS)