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Por: Diana Paola Solís León
La literatura es un arte que emplea la lengua como medio de expresión, según La Real Academia Española. También, la define como un conjunto de producciones literarias de una nación, de una época o de un género.
La literatura ayuda al ser humano a desarrollar distintas habilidades, y a la vez lo ayuda a enriquecerse de una manera “no material” sino más bien intelectual.
Hoy en día, en nuestro país, se vive una crisis en cuanto al hábito de la lectura, pues poco a poco esa cultura se ha ido perdiendo debido a que la información se puede encontrar de manera más rápida en otros medios como el internet. De acuerdo a estadísticas de la UNESCO del 2012, en México se leen menos de tres libros por año en promedio por una persona. Situación que comprueba que cada vez son más los mexicanos que se quedan sin preparación para su futuro. A continuación se muestra una gráfica con los datos de países Hispanos en cuanto a la población lectora:
La tabla nos muestra una desigualdad muy grande entre países Hispanos europeos, y los de América Latina, pues los primeros leen entre 8 y 10 libros anuales, mientras que en México se leen menos de tres, casi igual que en Colombia. Es una realidad que México tiene que impulsar su cultura y educación.
El hábito de la lectura permite ampliar diversos conocimientos, puede ser relacionado al ámbito profesional, o simplemente incrementar “cultura general”. Al practicar el hábito de la lectura se fomenta la ampliación del vocabulario y la mejora de la ortografía; esto es debido a que el cerebro va registrando las nuevas palabras que se van leyendo una y otra vez, lo que permite recordar su significado, su forma de empleo y su forma de escribirse.
La literatura ayuda a las personas a desarrollarse, y a la vez, impulsa la interacción con otros individuos, pues al mejorar el vocabulario, la manera en la que las personas se desenvuelven frente a los demás es de mejor calidad, provocando establecer vínculos más estrechos entre cada individuo.
La capacidad de rápido aprendizaje también es fomentada por la lectura constante, esto se debe a que al ser una persona preparada y culta, la información puede ser retenida más fácilmente y más rápido. A su vez, la información también es retenida por más tiempo, pues la constante interacción con las palabras ayuda a mantener fresco los conocimientos adquiridos día con día y no olvidarlos.