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¿Ya se le habrá olvidado al político Torres Rivas que él de plano no puso a licitación obras por decenas de millones en su momento? Y en ese momento no se trataba de la urgencia de mantener una ciudad decentemente iluminada...
El pasado 3 de octubre, el Sr. Felipe Solís Mier y Terán, presidente de la Coparmex Mérida, señaló en una entrevista a un periódico local que la explicación que el secretario de Planeación y Presupuesto estatal, Armando Baqueiro Cárdenas, dio sobre el préstamo millonario recientemente autorizado al gobierno estatal por los diputados priístas y su comparsa de "Todos Somos Yucatán", no despejó varias de sus dudas, entre ellas, si los proyectos de "inversión pública productiva" a desarrollarse con los $1,090 millones restantes después del refinanciamiento de la deuda que se pretende hacer, se licitarían o no.
Con la intención de tener elementos que nos permitan aclarar razonablemente la inquietud del líder empresarial, Artículo 7 realizó un análisis de los contratos de obra celebrados este año y el procedimiento por el cual fueron adjudicados. La información fuente, actualizada al 31 de mayo pasado, es el listado de contratos de obra pública que, como información pública obligatoria según la Ley de Transparencia, obra en el portal electrónico de transparencia del gobierno estatal. Éstos son los resultados:
Este procedimiento —que por ley debiera ser el más utilizado para la adjudicación de contratos de obras— resultó ser el menos socorrido por la Secretaría de Obras Públicas: fue usado en sólo 8 de un total de 94 contratos adjudicados, con un monto conjunto de $12.75 millones que apenas representan 5.85% de los $217.9 millones que globalmente importan los 94 contratos.
Entre las obras que fueron licitadas, sobresalen la iluminación del estadio de fútbol "Carlos Iturralde Rivero" y la construcción de banquetas y guarniciones en la Avenida 128 de nuestra ciudad capital y en algunas comisarías de la misma.
Este procedimiento —que es una "mini-licitación" simplificada a la cual son invitados cuando menos 3 proveedores dado el monto "reducido" del contrato a adjudicar— fue aprovechado por la Secretaría de Obras Públicas en 11 contratos que importan $12.45 millones (5.71% del total adjudicado hasta mayo).
Fue usado para contratos que van desde $500 mil hasta $2.4 millones, en obras y servicios diversos como construcción de banquetas y guarniciones, ampliaciones y remodelaciones de edificios públicos, proyectos ejecutivos y supervisión de obras, entre otros.
Llaman la atención sendos contratos adjudicados de esta manera a la C. Anaís Marrufo Xacur —quien, por cierto, no está inscrita en el padrón de contratistas de la dependencia estatal— por un monto cercano a los $1.9 millones de pesos por "revisión, evaluación y diagnóstico de proyectos de infraestructura pública", sin precisarse de qué proyectos se trata... ¿Serán los que se hagan con el millonario préstamo?
Este procedimiento, que según la Ley de Obra Pública debiera ser la excepción, prácticamente es la regla para la adjudicación de contratos en la Secretaría de Obras Públicas encabezada por el Ing. Francisco Torres Rivas: sólo de enero a mayo del presente año 75 contratos fueron adjudicados de esta manera por un importe global de $192.7 millones (más de 88% del total adjudicado en el periodo).
La fundamentación para haber exceptuado de licitación pública los 10 contratos de mayor cuantía adjudicados en forma directa es la seguridad pública. Así, todos los "frentes" (7) en los que se está trabajando actualmente en el edificio que albergará a la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) fueron adjudicados directamente, lo mismo que los edificios del Semefo y del Centro de Arraigos, ambos dependientes de la Procuraduría General de Justicia del Estado.
Esta causal válida de excepción de licitación debiera de ir aparejada con el necesario manejo "restringido" de la información sobre planos arquitectónicos y estructurales de los edificios y los edificios en sí, es decir, esa información "crítica" debiera ser del conocimiento del menor número posible de personas. Sin embargo, al menos por lo que se refiere al edificio de la SSP, esta lógica no parece cumplirse: desde el inicio de su construcción (en la administración pasada) ha trabajado ahí, al menos, el personal de 8 diferentes constructoras... ¿Quedará todavía algún secreto de esa "instalación de seguridad" que no compartan unas decenas de ingenieros, capataces, supervisores y albañiles? ¿Es lógica una adjudicación directa por seguridad cuando se "parte" entre varios "beneficiarios"?
Aún así, no todas las adjudicaciones directas lo fueron por seguridad. Hay otros 65 contratos que importan globalmente $21 millones. Se desconoce cuál fue la razón para la "excepción de licitación" en esos 65 contratos.
Si el argumento usado para no licitar esas obras fue la "rapidez" para el ejercicio de los recursos, entonces ya sabemos cuántas obras de las que nos informarán "en tiempo y forma" se van a hacer con el millonario crédito se van a licitar... JECM