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ESTADIO MARACANA, Brasil, 16 de junio.- La Policía brasileña usó gas lacrimógeno para dispersar a los protestantes. Varias personas resultaron heridas y aún no hay número oficial de detenidos.
Las protestas y manifestaciones que han ensombrecido la Copa Confederaciones 2013 en Brasil no fueron ajenas al partido entre México e Italia en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro.
Unas mil personas que protestaban contra el alza del precio del transporte y el gasto público con la Copa Confederaciones se enfrentaron hoy a la Policía cerca del Estadio Maracaná, escenario del partido entre México e Italia.
Si bien las autoridades locales no esperaban manifestaciones de la gravedad que se presentaron en Brasilia previo y durante la inauguración del torneo, las protestas fueron del mismo tamaño e incluso la reacción de la Policía Militar y de Río de Janeiro fue contundente y peligrosa.
Los más de 1000 manifestantes lograron llegar hasta una calle aledaña al estadio donde se disputó el partido de México y ahí comenzó a lanzar consignas contra la FIFA, el Gobierno de Río y el Gobierno de Dilma Rousseff, la Presidenta de Brasil, que este sábado ya había sido increpada durante la inauguración del torneo.
Ante las protestas, los elementos de seguridad lanzaron gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes y a replegarlos con los escudos y toletes que portaban los que iban a la vanguardia del muro que estableció la policía.
En ese momento los protestantes reaccionaron y se valieron de máscaras improvisadas y cualquier arma que les diera la posibilidad de defenderse por lo que algunos de ellos fueron detenidos si que se precise el número exacto y otros tantos resultaran heridos sobre las calles de Río.
Fue hasta que estuvieron a más de 10 calles del estadio que la Policía dejó de avanzar y replegarlos, aunque el daño ya estaba hecho y la violencia ya se había hecho presente.
Los agentes utilizaron gases lacrimógenos y balas de goma.
Unas mil personas que protestaban contra el alza del precio del transporte y el gasto público con la Copa Confederaciones se enfrentaron hoy a la Policía cerca del Estadio Maracaná, de Río de Janeiro, escenario del partido entre México e Italia.
Los agentes contuvieron la manifestación en los alrededores del estadio mediante el uso de gases lacrimógenos y balas de goma.
Los disturbios comenzaron frente a una estación de Metro próxima al estadio una media hora del inicio del partido entre México e Italia, en momentos en que los manifestantes se dirigían hacia el viaducto Oduvaldo Cozzi, que conduce al Maracaná.
En ese momento la Policía comenzó a disparar gases lacrimógenos, con los que contuvo el avance y dispersó la protesta, aunque los manifestantes se reagruparon luego en calles vecinas en las que hubo nuevos enfrentamientos, que se prologaron durante unas dos horas.
La protesta fue similar a una registrada este sábado en Brasilia, durante el partido inaugural del torneo, que jugaban las selecciones de Brasil y Japón.
Así como ocurrió hoy en Río de Janeiro, la manifestación en la capital brasileña el sábado fue reprimida con severidad por las autoridades y concluyó con 29 detenidos y una treintena de heridos.
En Río de Janeiro, así como en las otras seis ciudades sedes de la Copa Confederaciones, las autoridades han activado un fuerte operativo de seguridad, que en el caso del Maracaná hoy cuenta con unos 10,000 agentes de policía y soldados de las tres Fuerzas Armadas.
Las manifestaciones contra el alza de los precios del transporte público, que ahora se han mezclado con las protestas contra la Copa Confederaciones, han sido de mayor intensidad en la ciudad de Sao Paulo, donde otra movilización ha sido convocada para mañana. (Agencias)