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QUITO, Ecuador, 16 de agosto.- Olinguito (Bassaricyon neblina) es una nueva especie de carnívoro que habita en los bosques nublados de los Andes ecuatorianos y que fue descubierto en nuestro país.
El animal, que físicamente es muy parecido al cusumo (Potos flavus), ha sufrido por más de 100 años un caso de identidad errónea. Este hallazgo científico es un acontecimiento importante para la ciencia, pues vuelve a suceder después de 35 años en el hemisferio occidental.
Olinguito, Bassaricyon neblina.
El descubrimiento lo realizó Smithsonian Institution y la Pontificia Universidad Católica del Ecuador con el apoyo del Ministerio del Ambiente (MAE), quién otorgó los permisos y las certificaciones para realizar este proyecto de investigación.
Con esta autorización, los científicos pudieron acceder al hábitat del olinguito y tomar nuevos datos, que permitieron conocer más sobre la biología de este animal nuevo para la ciencia.
“El Ministerio del Ambiente fue un pilar fundamental para realizar esta exploración, sin el apoyo de esta institución no hubiéramos podido llevar a cabo esta investigación”, afirmó Miguel Pinto, Investigador Asociado al Centro de Investigación de enfermedades infecciosas de la PUCE.
La investigación que llevó al descubrimiento de esta especie carnívora y sus particularidades, la inició un grupo de científicos, basándose en especímenes recolectados en el siglo XX y en referencias de animales exhibidos en zoológicos. Así, los especialistas determinaron que estaban frente a una especie no descrita.
“El olinguito pesa alrededor de dos libras y su cuerpo mide 35 cm, y con su cola puede llegar a medir 70 cm aproximadamente. Este es un animal arborícola, es muy hábil saltando de rama en rama y es estrictamente nocturno”, explicó Pinto.
Esta investigación es una revisión muy amplia de la historia evolutiva de este grupo, en la que se incluyeron datos modernos sobre la distribución geográfica y también sobre relaciones sistemáticas y filogenéticas.
“Esperamos que esta contribución sirva como una pauta para estudios de taxonomía que sean integrales en su enfoque, es decir que no sólo se basen en los aspectos morfológicos ni en las muestras de ADN, sino que integren datos completos”, expresó el investigador de la PUCE, Miguel Pinto.
El olinguito, aparte de ser un hecho de interés académico y científico, espera convertirse en una especie embajadora de los bosques nublados de Ecuador y Colombia, para llamar la atención del mundo en estos hábitats críticamente amenazados.
El MAE, como principal Autoridad Ambiental, busca apoyar iniciativas como ésta, que aporten al rol de la academia en la investigación de la biodiversidad nativa y que fomenten la conservación de los diferentes hábitats de especies como el olinguito.
El olinguito, un pequeño mamífero mezcla de gato y oso de peluche y oriundo de los bosques de las regiones andinas de Ecuador y Colombia, fue presentado ayer jueves por científicos como la primera especie de carnívoro descubierta en el Continente Americano en 35 años.
Este animal de ojos grandes y un lanudo pelaje marrón-naranja ya había sido visto desde hace años en las selvas de Ecuador y Colombia, y también en museos y zoológicos, pero era confundido con su pariente más grande, el olingo, dijeron los autores del hallazgo, publicado en la revista estadounidense Zookeysdel, 15 de agosto.
Pero los expertos detectaron que este mamífero, que los lugareños de los bosques andinos llaman neblina, era diferente al olingo porque no se apareaba con él.
Con un peso de 900 gramos, la nueva especie, bautizada Bassaricyon neblina, es la más pequeña adición a la familia de los Procyonidae, a la que pertenecen, entre otros, los mapaches, los kinkajús o perros de monte y los olingos.
“El descubrimiento del olinguito nos demuestra que el mundo no está completamente explorado, y que sus secretos más elementales no han sido revelados”, dijo Kristofer Helgen, curador de mamíferos en el Museo de Historia Natural del Smithsonian en Washington y cabeza del equipo de investigación que dio con la nueva especie.
“Si todavía se pueden encontrar nuevos carnívoros, ¿qué otras sorpresas nos esperan”, agregó. “Documentarlas es el primer paso hacia el entendimiento de toda la riqueza y diversidad de la vida en la Tierra”, afirmó el investigador.
El descubrimiento del olinguito fue el sorpresivo resultado de una década de investigación para categorizar a los olingos, un conjunto de varias especies de carnívoros que viven en los árboles, agrupadas en el género Bassaricyon. (Agencias)