HUNTSVILLE, Texas, EE.UU., 23 de enero.- Texas desoyó los llamados del Gobierno de Estados Unidos y de México al ejecutar ayer miércoles al mexicano Edgar Tamayo tras su condena por la muerte de un policía 20 años atrás.
Las opciones para evitar que el mexicano Édgar Tamayo fuera ejecutado ayer en la prisión de Huntsville, Texas, disminuían mientras el padre del preso insistía en que su hijo era inocente.
Héctor Tamayo dijo en una entrevista radiofónica que tenía fe en que Dios frenara la ejecución.
Édgar Tamayo, de 46 años y originario de la comunidad de Miacatlán, Morelos, fue sentenciado a la pena capital por el asesinato del policía Guy P. Gaddis, en Houston, Texas, el 31 de enero de 1994.
Dos tribunales, uno federal estadounidense y otro del Estado de Texas, rechazaron acciones legales interpuestas por los abogados del mexicano Tamayo Arias para tratar de frenar su ejecución.
En días pasados, habitantes del municipio de Miacatlán y Cuernavaca marcharon por las calles del centro histórico de la capital morelense, donde pidieron por el perdón de Edgar.
Hasta la cárcel de Huntsville llegaron manifestantes que se oponían a la ejecución del mexicano.
Habitantes de Miacatlán, ubicada a unos 40 kilómetros de la capital del Estado de Morelos, iniciaron una cadena de oración para pedir que sea suspendida la ejecución Edgar Tamayo.
Cuauhtémoc Sotelo Franco, cuñado de Omar Tamayo, quien es hermano de Edgar, recordó las ocasiones en que fue a visitarlo a prisión y muestra una foto que le tomaron junto al sentenciado a muerte.
María Magdalena Arriaga Valle, amiga de Tamayo, muestra las últimas cartas que Edgar le envío desde la prisión en Texas y las cuales le habla de la vida y de lo que el sentenciado consideraba: la importancia de estar cerca de Dios.
"Salvemos a Edgar" fue la frase que pronuncian vecinos y amigos de este hombre originario de Miacatlán, quien a los 18 años emigró a Estados Unidos.
Pese a la oposición diplomática de México y del Departamento de Estado de EE.UU., Édgar Tamayo fue ejecutado, confirmaron las autoridades de la prisión de Walls. No dijo últimas palabras.(Fotos de El Universal)