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MEXICO, D.F., 23 de enero.- La violencia en Michoacán obligó al Presidente a aplicar un despliegue de fuerza y gobierno similar al de su antecesor Felipe Calderón (2006-2012), según analistas.
La administración de Peña Nieto desplegó fuerzas federales en la Entidad, tal como ocurrió en el mandato calderonista, aunque el Mandatario ha puesto énfasis en que, además de las medidas de seguridad, se asignarán recursos para “reconstruir” el tejido social en territorio michoacano.
“El Gobierno (de Peña Nieto) cuando llegó, trató de bajar el perfil de violencia que se estaba dando en todo el país. Todo el discurso, y todas las propuestas que realizaron eran para bajar la presión, para ver si con esa conducta el asunto iba a ser menos dañino para la imagen y para la vida de la comunidad. Evidentemente esa buena voluntad chocó con una realidad”, opinó en entrevista el ex secretario de Seguridad Pública federal (2000-2004), Alejandro Gertz Manero.
Desde el 13 de enero, elementos de las fuerzas federales —militares, policías y agentes ministeriales— acudieron a Michoacán para encargarse de las tareas de seguridad pública en 27 municipios, enfocados en la zona de Tierra Caliente, donde en días previos ocurrieron ataques, bloqueos y enfrentamientos entre la organización criminal de Los Caballeros Templarios y grupos de autodefensa.
Para coordinar el operativo, el Gobierno de Peña Nieto anunció el 15 de enero la creación de una comisión especial, a cargo de Alfredo Castillo, a quien le dieron facultades para atender el tema de la seguridad, pero también para impulsar acciones en los temas económicos y sociales de Michoacán.
Hasta ayer miércoles, tras nueve días de operativo, habían sido detenidas al menos 72 personas en territorio michoacano (59 en Tierra Caliente), por su presunta participación en hechos delictivos.
“Se está regresando, desafortunadamente, a la creencia de que un despliegue (de fuerzas federales) puede resolver una crisis que tiene sus orígenes en factores no ligados con el tema policial o con el tema militar”, comentó en entrevista el investigador y abogado penalista, Gabriel Regino.
“Se está dejando de lado, como siempre, el tema de atacar los nexos políticos con el crimen, que es donde deberían de haberse dado, en mi opinión, las acciones más fuertes”, agregó.
El Presidente Peña Nieto insistió desde el inicio de su Gobierno en que, en la lucha contra el crimen, “lo que debe hacerse es superar y vencer a la delincuencia con el uso eficaz de la inteligencia”, y con acciones de prevención. (CNNMéxico)