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ALEMANIA, 17 de abril.- El escritor alemán Günter Grass, premio Nobel de Literatura 1999, ingresó en una clínica de Hamburgo por problemas cardiacos, informa el popular diario Bild, en su edición de este martes.
Grass, de 84 años, es atendido en la clínica Asklepios St. Georg.
Fuentes de su oficina precisaron, tras difundir Bild la noticia de su ingreso, que el escritor entró en dicho hospital acompañado de su esposa "para una revisión médica programada desde hace tiempo" y que se partía de la base de que en los próximas días regresará a casa.
Juan Goytisolo ha defendido hoy a su colega alemán Günter Grass (en la foto), a quien dedicó su premio Spiros Vergos, concedido por el "Festival de Escritores de Praga" a la libertad de expresión. Para el literato español, el octogenario Grass es víctima de una "persecución".
La información de Bild saltó mientras persiste el revuelo en torno al poema "Was gesagt werden muss" ("Lo que hay que decir"), publicado a principios de mes y en el que el autor de El tambor de hojalata acusaba a Israel de poner en peligro la de por sí frágil paz mundial con su potencial atómico.
En su polémico poema, Grass acusaba además a Israel de plantearse un ataque a Irán capaz de aniquilar a su población y afirmaba que se sentía obligado a decirlo ahora, con su "última tinta", antes de que fuera demasiado tarde.
Desde el entorno del escritor se relacionó su decisión de escribir ese poema a su, al parecer, delicado estado de salud.
El texto causó una fuerte controversia en Alemania, cuya élite política observa rigurosamente la regla no escrita de la absoluta cautela respecto a la política de Israel por razones de responsabilidad histórica.
El Gobierno israelí reaccionó declarando a Grass persona non grata, entre acusaciones de antisemitismo y recordado su confesión tardía, en el 2005, de que a los 17 años había servido en las Waffen-SS.
Grass trató primero de calmar las aguas matizando que su crítica se dirigía a la política del Gobierno de Israel, pero luego volvió a encender los ánimos al comparar los métodos de ese país con los de la extinta República Democrática Alemana (RDA).
La polémica en torno al poema se desató tras su publicación simultánea en el diario alemán Süddeutsche Zeitung y otros grandes rotativos internacionales, como el español El País.