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KABUL, Afganistán, 18 de abril.- Alrededor de 150 niñas estudiantes han sido envenenadas después de que bebieran agua contaminada en su colegio del norte de Afganistán. Las autoridades culpan de los hechos a individuos «contrarios a que las mujeres reciban educación».
Desde la caída de los talibanes en 2001, que previamente habían prohibido los centros educativos para niñas y mujeres, se han vuelto a abrir numerosos colegios femeninos, especialmente en Kabul. No obstante, los islamistas no han dejado de atacar a las profesoras y las instalaciones educativas, especialmente en el sur y en el este de Afganistán, hasta hoy bastiones de los rebeldes talibanes.
«Estamos al cien por cien seguros de que el agua que bebieron en clase estaba envenenada. Ha sido sin duda obra de los que están en contra de la educación femenina». ha declarado a la agencia Reuters Jan Mohammad Nabizada, portavoz parlamentario de Educación en la provincia norteña de Takhar.
Policías afganos en una ceremonia el miércoles en Kabul, donde se les entregó un reconocimiento por su desempeño en los atentados masivos del domingo y lunes, en los que murieron 36 talibanes. (Pressphoto Agency)
Algunas de las 150 niñas que sufren vómitos y dolores de cabeza están en condiciones críticas, mientras que otras ya han salido del hospital y regresado a sus casas.
Las autoridades de la región se han guardado de señalar a los talibanes como responsables del envenenamiento. Hace meses, fuentes del gobierno de Karzai afirmaron que los insurgentes islamistas habían renunciado a prohibir la educación de las niñas si volvían al poder, pero los talibanes nunca han hecho una declaración en ese sentido. La declaración de Kabul fue un intento del gobierno por suavizar sus relaciones con los insurgentes, en el marco de los planes de retirada de las tropas occidentales sin haber ganado la guerra.