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NUEVA DELHI, 20 de abril.- La carrera armamentista en la era nuclear, siempre justificada como “preventiva”, recobró un vertiginoso impulso en la última década y ayer superó otro escalón cuando India festejó el éxito de la prueba de su cohete 'Agni V', con capacidad para transportar una cabeza nuclear a 5000 kilómetros de distancia . Este rango de alcance implica que está en condiciones de penetrar en territorio de China, una de sus rivales en la caliente región del sureste asiático. El lanzamiento convierte a India en un flamante integrante del grupo de países que cuentan con misiles intercontinentales.
El 'Agni V' puede llegar a China, gran rival de la India. El ensayo instala al subcontinente como miembro del club de países con misiles intercontinentales.
El gobierno de India, con el 37 % de la población sumida en la pobreza, gastó 490 millones de dólares en el desarrollo de este proyecto al que presenta como un indiscutible avance científico. El primer ministro indio, Manmohan Singh, dijo que era un “hito” en su historia y que la comunidad científica “ha llenado de orgullo al país”. El jefe del DRDO, organismo que desarrolló el cohete, V.K. Saraswat, fue más llano: “ India es ahora una potencia misilística ”.
Hasta ahora, solo los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU –China, Estados Unidos, Rusia, Reino Unido y Francia– reconocían oficialmente tener armas nucleares, aunque también se sabe que cuentan con ellas otros países como Pakistán e Israel.
El 'Agni V' –que significa “fuego”– recién integraría el arsenal de las fuerzas armadas indias en 2014 ó 2015, ya que deberá completar otras cuatro pruebas más. En esta ocasión, según los técnicos, “se alcanzaron todos los objetivos y parámetros de la misión”. El misil mide 17 metros y pesa 50 toneladas, pero lo más significativo es que puede albergar una cabeza nuclear con un peso de más de una tonelada.
Este avance cambia la geografía armamentista en el sur de Asia. Hasta ayer, el alcance de los misiles indios 'Agni III' y IV era de 3500 kilómetros. Con ello estaba cubierta la totalidad del territorio de su vecino y principal antagonista en la región, Pakistán. Los dos países se enfrentaron en tres guerras desde su independencia en 1947. Pero ahora, con esta nueva prueba, Nueva Delhi buscó un objetivo más significativo: la vecina China, a la que siente también como una amenaza. El desarrollo del 'Agni VI' pone al alcance de la maquinaria de guerra india a Pekín y Shanghai, los dos principales núcleos urbanos chinos.
El exitoso ensayo de este poderoso misil indio apenas causó reacciones internacionales, un hecho que contrasta con las condenas que recibió Corea del Norte en todo el mundo por un lanzamiento fallido. (AP / AFP / EFE)