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EL VATICANO, 16 de abril.- El sumo pontífice, Joseph Ratzinger, cumple hoy 85 años rodeado de afectos y buenos augurios para el futuro, en una jornada en que por su voluntad se evitaron las grandes celebraciones. Benedicto XVI se mostró muy contento de la jornada dedicada en buena parte a Baviera, su región natural en el sur de Alemania, gran bastión histórico conservador del catolicismo germano. Sobre todo por la presencia de su hermano, monseñor Georg, tres años mayor que él, quien llegó en el fin de semana para participar de los festejos íntimos.
Pequeños bávaros bailaron una danza tradicional en la fiesta de cumpleaños del Santo Padre. (Foto Reuters)
El Papa celebró una misa en la capilla paulina bien temprano y más tarde recibió en audiencia en la Sala Clementina a una delegación de Baviera, encabezada por el ministro presidente Horst Seehofer.
El pontífice y sus huéspedes cantaron todos el himno bávaro y Joseph Ratzinger se mostró conmovido. Benedicto XVI tiene aún una casa en Ratisbona, la ciudad en la que fue profesor de teología y donde reside su hermano Georg, un talentoso director del legendario coro de la ciudad que existe desde hace siglos. Ambos hermanos se ordenaron juntos sacerdotes en 1951.
Los 150 bávaros que asistieron al encuentro regalaron al Papa un cesto de Pascua con productos típicos de la región, una de las más ricas de Alemania. También un crucifijo y un “ramo de mayo”, bastón florecido tradicional en la zona natal de Joseph Ratzinger.
El Pontífice lucía en buena forma, pese a que en los últimos dos meses ha realizado una actividad muy intensa que incluyó el viaje a México y Cuba, y las ceremonias de Semana Santa.
Durante los encuentros en la Sala Clementina, Benedicto XVI no usó el bastón que los médicos le recomendaron para ayudarse a caminar, pues tiene una artrosis avanzada en la mitad de la cadera derecha. “He llegado al último período de mi vida y no sé qué me espera. Sé que la luz de Dios está y que Él ha resucitado, que Su luz es más fuerte que cualquier oscuridad y que la bondad de Dios es más fuerte que cualquier mal de este mundo. Esto me ayuda a proceder con seguridad e ir adelante”
El Papa recordó que nació en Marktl am Inn, el 16 de abril, en el Sábado Santo de 1927. Joseph Ratzinger agradeció a sus padres, un comisario de la Gendarmería y una cocinera, que le hubieran dado la vida y transmitido la fe. La evocación emocionó mucho a su hermano mayor Georg, que lleva un bastón blanco para ciegos.
Monseñor Georg, que sigue llamando en la intimidad “kinder” (nene) a Joseph, dijo que el mejor regalo que espera el Papa para su cumpleaños es “un poco de tranquilidad, la bendición de Dios y salud”.
Una nutrida patrulla de médicos controla de muy cerca la salud de Joseph Ratzinger, que siempre fue precaria debido a la fragilidad de su sistema cardiocirculatorio, que le viene de familia. El Papa tiene la presión alta y en 1991, cuando estaba de vacaciones en Merano (norte de Italia), sufrió un derrame cerebral que le afectó el ojo izquierdo.
El hoy Benedicto XVI quiso renunciar ante el papa Juan Pablo II y retirarse a Ratisbona para continuar sus estudios de teología, pero el polaco Karol Wojtyla le pidió que continuara como su más estrecho colaborador, al frente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el ex Santo Oficio, como guardián de la ortodoxia y la disciplina en la Iglesia.
De aquel derrame cerebral el Papa se recupero bien y la única secuela es que tiene muy reducida la visión del ojo izquierdo.
Para evitar sorpresas con su sistema cardiocirculatorio, el Papa hace dos años que canceló las vacaciones en las montañas y no realiza viajes apostólicos a lugares de altura.
El jueves Benedicto XVI cumplirá siete años al frente de la Iglesia. El Cónclave para elegir al sucesor de Juan Pablo II lo eligió como 265mo. Papa de la Iglesia universal el 19 de abril de 2005. La elección llevó solo cuatro votaciones y el candidato alternativo fue el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, quien llegó a 40 sufragios.