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Agrupaciones provida irlandesas temen que las recomendaciones de un panel de especialistas designado por el ministro de salud James Reilly sean los primeros pasos hacia la introducción del aborto legal en Irlanda.
Se espera que el Ministro anuncie nuevas normativas tras las recomendaciones establecidas por un panel de expertos en enero como respuesta al fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en el caso A B y C contra Irlanda, de 2010. Este tribunal ordenó a Irlanda establecer nuevas leyes o reglamentaciones que aclaren las condiciones en las que el aborto se pone a disposición en las situaciones en las que se considera que la vida de una mujer está en riesgo.
Aunque el Tribunal no reconoció el derecho al aborto conforme a la legislación europea de derechos humanos, citó el precedente de la Corte Suprema de Irlanda en el polémico Caso X de 1992, que estableció el derecho al aborto según la Constitución de ese país cuando la vida de una mujer está sujeta un riesgo real y considerable.
Pese a dicho fallo, Irlanda constantemente rechazó las tentativas de que se permitiera el aborto legal en tres referendos y múltiples intentos a nivel legislativo. Sería muy controvertido que el Ministro de Salud tratara de lanzar reglamentaciones que permiten el aborto sin aprobación de la legislatura y es probable que ello exaspere a la mayoría de los ciudadanos irlandeses.
Las agrupaciones provida de Irlanda se mantuvieron activas en el tiempo previo a la publicación de las recomendaciones del panel de especialistas, que se esperaba para apenas esta semana. Media docena de municipios aprobaron resoluciones provida unánimes o casi unánimes, se realizaron concentraciones y los votantes contactaron a sus representantes.
Más de 140 médicos y especialistas en asistencia sanitaria se reunieron el mes pasado para el Simposio Internacional sobre Salud Materna en Dublín y recopilaron sus conclusiones en la Declaración de Dublín sobre Atención Médica Materna. Ella manifiesta que el aborto directo no es médicamente necesario para salvar la vida de una mujer. Añade que el aborto y los tratamientos médicos destinados a salvar la vida de las mujeres son fundamentalmente diferentes y concluye: La prohibición del aborto no afecta de ningún modo la disponibilidad de una atención óptima para la mujer embarazada.
El dr. Eoghan De Faoite, uno de los organizadores del Simposio, habló con Friday Fax acerca de la perspectiva de que el aborto se ponga a disposición en Irlanda mediante nuevas reglamentaciones del Ministerio de Salud. Él temía que se tratara de una clara posibilidad ya en enero, cuando se formó inicialmente el comité de expertos en respuesta a la sentencia del caso A, B y C. Tales reglamentaciones establecerían un Derecho al aborto en Irlanda por primera vez. Le preocupaba cuán pocos expertos médicos había en el panel, y cuántos eran abiertos defensores del aborto. Pero su punto de vista cambió tras la fuerte respuesta provida ante la noticia de que el Ministro de Salud podría publicar nuevos lineamientos en materia de aborto.
El dr. De Faoite añadió que la historia demuestra que el país no necesita el aborto. Observó que, al contrario de la falsa idea generalizada, en Irlanda no se niega ninguna intervención crucial para la vida de las embarazadas si es necesaria para salvar sus vidas.
El periódico Irish Independent despertó el fantasma de una crisis gubernamental si el Ministro de Salud no coopera en la cuestión del aborto con el resto de la coalición gobernante, que parece satisfecha con mantener el statu quo.